El debate sobre la seguridad pública, de nuestra nación, ha estado inmersa entre la estupidez y la locura, parafraseando el título del último libro de Humberto Eco, que contiene una recopilación, que él mismo seleccionó, de sus ensayos publicados en esté milenio sobre problemas sociales y existenciales que desbordan posturas inmersas en la desinformación, la ignorancia y la emocionalidad que nubla la razón de los diferentes actores involucrados en esos ensayos.
Resulta que Andrés Manuel López Obrador expuso, en este tema de la inseguridad y violencia que padecemos los mexicanos, lo que está proponiéndose en el Proyecto Alternativo de Nación de MORENA, como la política de cero tolerancia a la corrupción, el mando único y una guardia nacional, expresando además: “no descarto, que se cometa a discusión, que se consulte al pueblo sobre la posibilidad de una amnistía para lograr la paz, ya no queremos la guerra, queremos la paz en el país,”. Lo cual generó la reacción de los voceros de la mafia del poder que nos gobierna, desde el presidente Enrique Peña Nieto y su dedeado candidato del PRI a la presidencia José Antonio Meade , sus líderes priistas en la cámara de Diputados y Senadores, Carlos Marín y Emilio Gamboa, sin faltar su presidente del PRI, Enrique Ochoa y sus títeres aliados del PAN, Ricardo Anaya y la del PRD Alejandra Barrales, que con sus corifeos, intelectuales, periodistas y editorialistas de sus redes de los medios de comunicación, imponían esta postura como una “locura”, como una pérdida de la razón, lo peor fue el uso de los jefes de las fuerzas armadas y de la marina, Salvador Cienfuegos y Vidal Francisco Soberón, para refrendar la irracionalidad de esta postura de AMLO.
Este fue uno de los claros ejemplos del abuso del poder político, de los integrantes de la mafia del poder, que muestra la torpeza, la falta de entendimiento para comprender las cosas, peros sobre todo su desinterés en que logremos los más altos niveles del funcionamiento racional y con ello el mayor nivel de desarrollo humano y social. Son personajes fundamentales, que no sólo actúan con su conciencia sino con la convicción de que sus estupideces, pueden ser integradas por la población, mintiendo, engañando, descontextualizando, reduciendo el debate sobre los problemas fundamentales de nuestro país.
Otro claro ejemplo ha sido la aprobación de la Ley de Seguridad Interior que apresuradamente, sin la profundidad del debate que se requiere, tanto en el seno de la sociedad, como en su Congreso, los diputados del PRI, PAN y sus aliados del PANAL y PVEM, están tratando de imponer con la descalificación de los expertos en derechos humanos y políticas de seguridad pública, desde la Comisión Nacional de Derechos Humanos hasta organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y expertos de la ONU, como El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, que muestra torpeza o falta de entendimiento para comprender las cosas, la consideran un grave riesgo para los derechos humanos, no aborda las causas estructurales de la violencia, ni propone medidas transformativas para superar la situación actual, donde destacamos como uno de los países más violentos en el mundo. Para otros, tenemos el temor fundado, de que, lo que pretenden es fortalecer su estrategia militarizada, para actuar contra nosotros los opositores al régimen de oprobio, al manifestarnos contra todas las acciones corruptas de la mafia del poder, que pretendan desconocer nuestro derecho democrático al cambio de gobierno, en el marco del respeto al voto y la libre elección, que la mayoría haremos, superando a todos sus candidatos impostores desde sus partidos PRIPANERREDISTAS hasta los llamados independientes.
Sus acciones y estrategias integradas en sus clásica guerra sucia, que los opositores al régimen hemos padecido, tratando de no perder sus privilegios y ganancias corruptas, seguirán inmersas en sus estupideces que quizás desborden la ira de la barbarie con sus acciones violentas al ser derrotados, al verse perdidos, entonces sí, transitaran de la estupidez a su locura; nosotros debemos estar listos para afrontarlos, sin violencia y con la esperanza de que logren su redención con el México nuevo que estaremos construyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario