Nuevamente, se desato el enojo, la molestia y la protesta
generalizada de políticos, editorialistas, periodistas, intelectuales,
ciudadanos y ciudadanas progresistas y hasta algunos conservadores en México, sobre la
resolución que los integrantes del Tribunal Federal Electoral, hicieron a favor
de Jaime Rodríguez Calderón alias el
“Bronco”, al ordenarle al Instituto Federal Electoral que lo registrara como
candidato independiente a la presidencia de nuestra patria, no sólo
transgrediendo el marco jurídico aplicable, sino fortaleciendo la impunidad de
las conductas inmorales, que prevalecieron de este personaje, en ese proceso, que están muy
enraizadas en el seno de su personalidad y de su funcionamiento en la política.
Los que conocemos a
este personaje, desde sus inicios juveniles en la política, en el Partido
Revolucionario Institucional, prohijado por Alfonso Martínez Domínguez,
personaje ignominioso célebre por su despotismo, autoritario y represor del
régimen priista, que lo llevo a ser uno de los actores responsables de la
matanza de los compañeros estudiantes el 10 de junio de 1971 (La Masacre del Jueves de Corpus), y que en esos
tiempos a finales de la década de los setentas, cuando trató de ser reivindicado por sus
aliados del régimen, al ser impuesto como gobernador de nuestro estado de Nuevo
León, sabemos muy bien, desde entonces su trayectoria política, que durante más
de 30 años cultivó como priista y funcionario público de los diferentes niveles
de gobierno, inmerso en la mentira, la simulación y el influyentismo, el
pragmatismo, el oportunismo con las lacras de las conductas corruptas que le
han construido sus riquezas patrimoniales que ostenta vanidosamente. No me
extraña sus conductas inmorales persistentes, que nada le han importado ni en
sus consecuencias familiares, exhibe en todo su esplendor la máxima frase que
cultivan desde esos tiempos, sobre la moral, que el cacique Gonzalo N Santos, les
enseño a los priistas, como “el árbol que da moras”, matando desde entonces a los valores
morales de la ética en la política.
Así, su ideología política, brilla por su ausencia,
indefinido, cabalga inmerso en la ignorancia
de las ciencias políticas y de la historia no sólo mundial sino nacional y
regional, que sumados a el desdén por el
conocimiento de las ciencias, las artes y la literatura, sus posturas y
convicciones no van más allá del mínimo necesario, para servir y servirse de los
usos del poder, que al usarlo, los oligarcas, lo han hecho un títere manejable, como, lo
manejan, quienes lograron encumbrarlo como gobernador de nuestro estado, donde
hasta connotados políticos progresistas, académicos e intelectuales se convirtieron
en victimas de sus mentiras y manipulaciones, en nuestra sociedad donde
predominaba el hartazgo por la corrupción y la violencia social de los
gobiernos pripanistas.
Jaime Rodríguez Calderón, trato de usar a nuestro partido
MORENA, cuando su partido PRI, le negó la posibilidad de al menos ser
precandidato al gobierno del estado, en las elecciones del 2015, conociéndolo nos
negamos rotundamente a sus pretensiones, luego cuando decidió usar su
estrategia, estrenando las candidaturas independientes, logró con las mismas
trampas que utilizo con el INE, ante la
Comisión Estatal Electoral, su registro y luego ya como candidato, fue muy
visible los grandes apoyos financieros de los empresarios oligarcas, que han
constituido la plutocracia gobernante del régimen de oprobio en nuestro estado y que han sido los beneficiarios de los actos corruptos de todos los gobernantes,
que por décadas hemos tenido, gozando del infuyentismo, de la impunidad y
del sometimiento de los poderes políticos a sus servilismos cuasi feudales.
Luego, una vez que su campaña, logro posicionarse, representando
el candidato contra el hartazgo de los candidatos del PRI y el PAN, uso la
estrategia de lograr que candidatos opositores se sumaran, así logró que el
candidato del partido Movimiento Ciudadano y el del Partido Encuentro Social,
renunciaran y se sumaran a su campaña; siguió insistiendo en usar a MORENA, intento
que nuestro candidato renunciara y se sumara, como presidente de la comisión de
Ética, tuve que actuar con rigor, evitando que esta situación se diera, a pesar
de los ofrecimientos deslumbrantes de presuntos empoderamientos políticos que
hicieron, logramos mantener nuestra postura de rechazo, manteniendo nuestra
integridad y los principios fundamentales de nuestro partido-movimiento.
Teníamos muy claro que este personaje es un demagogo, con sus
grandes virtudes de ser un macho, tramposo, misógino, mentiroso, deshonesto,
irresponsable, oportunista, manipulador, engañador y corrupto, que sólo sirve
para ser un pelele de las mafias del poder que hemos padecido en todo México. A
su pasado, antes de ser gobernador, le ha sumado cientos de actos de corrupción
e ineptitud en sus desempeños con sus funcionarios, que sólo le han dado
continuidad a los gobiernos pripanistas que hemos tenido, muy lejos de acabar
con las injusticias, las desigualdades y el desarrollo democrático, más lejos
de que logremos los más altos niveles de desarrollo humano y social de acuerdo
con nuestras grandes riquezas naturales, económicas, culturales e históricas que
nos merecemos como sociedad.
Hoy se presta, otra vez, a ser títere de Peña Nieto, Salinas
de Gortari y de los oligarcas de la mafia del poder, contra AMLO y MORENA, sin
duda pasara a la historia como la vergüenza que ejemplifica a el personaje más
cínico y desvergonzado en la inmoralidad de la política mexicana contemporánea,
muy lejos de sus pretendidos enaltecimientos que persistentemente expresa
dedicar, en sus pretensiones políticas, a su hijo muerto, como homenaje póstumo.
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