Ayer domingo 6 de mayo, nos visitó Andrés Manuel López
Obrador, en nuestro municipio de San Nicolás de Los Garza, Nuevo León, realizó
un mitin de su campaña, en la plaza principal ubicada frente al palacio
municipal, era un día muy soleado, por lo que declinó presidir, en el ágora
donde había sombra, y decidió colocarse en un estrado destinado a los
periodistas, colocado justo en medio de la multitud que ahí estábamos,
esperando su discurso y manifestarle nuestro apoyo.
En 1988, Cuando decidimos utilizar la vía electoral, como
estrategia principal para lograr nuestros anhelos revolucionarios, para lograr
cambiar el régimen de oprobio que dirigían los oligarcas con su Partido
Revolucionario Institucional (PRI), tuvimos la primera experiencia frustrante
de los fraudes electorales con todas sus lacras, desde la compra de votos, el
relleno y robo de urnas, hasta la falsificación de actas y hasta la famosa
caída del sistema informático que impidió que llegáramos a la presidencia, con
Cuauhtémoc Cárdenas, postulado por el Frente Democrático Nacional.
Luego en el 2006 y en el 2012, con AMLO como candidato a la
presidencia, nuevamente se repitieron los fraudes electorales, con las mismas
lacras, en gran medida, porque no logramos la organización de una estructura
territorial, en cada distrito y sección electoral de defensa y promoción del
voto, que ipso facto, en cada etapa del proceso electoral, lograra evitar todas
las acciones y estrategias de los pripanistas y su mafia del poder en la
imposición de sus presidentes testaferros. Fue una responsabilidad de los
partidos políticos aliados (PRD, PT, MC) cuyas dirigencias no tuvieron la
capacidad de lograr imponer operativamente una red de defensa del voto, no sólo
con sus militantes sino con los ciudadanos y ciudadanas que se sumaban y estaban dispuestos a lograr la defensa de los
votos, principalmente como representantes de casillas, que fue donde se realizó
mayormente, en el llenado de las actas, el denominado fraude electoral.
Eran los tiempos en que los partidos y sus candidatos, principalmente
de oposición, a pocos días del registro de sus representantes de casillas, para
la defensa del voto el día de la elección, llegaban a tener sólo del 20 al 30%
de cobertura en las casillas el día de la elección, algunos sospechosamente ni
siquiera lograban que sus militantes, organizados y más bregados en la lucha
electoral, se presentaran en las casillas para desempeñarse en su función de
defensa del voto.
En la última elección presidencial, del 2012, resulta que los
dirigentes de los partidos aliados, apoyándonos para lograr que AMLO lograra la
victoria, principalmente del PRD y Movimiento Ciudadano, no resistieron seguir
siendo opositores al régimen de oprobio, se integraron con las oligarquías pripanistas y la mafia del
poder, con su presidente Enrique Peña Nieto, haciendo su famoso acuerdo del
Pacto por México, donde refrendaron su apoyo, para que se desarrollaran las
reformas insignias de este régimen de oprobio renovado, la energética, fiscal,
económica, educativa, laboral y de telecomunicaciones, fue su punto de quiebre,
con el anhelo revolucionario que muchos de los que bregamos en la izquierda, veníamos enarbolando desde la década de
los sesentas del siglo pasado.
Por eso empezamos a construir, en
el 2012, a nuestro Movimiento de Regeneración Nacional como partido político nacional, donde el
objetivo central, además de mantener nuestro programa político y los valores y
principios de nuestro movimiento, fue priorizar la organización territorial en
todos los distritos y secciones electorales de todo el país, obteniendo el
registro ante el Instituto Nacional Electoral el 9 de julio del 2014. La
incipiente organización tuvo su primera participación en las elecciones
celebradas en el mes de julio del 2015, logrando avances históricos, por primera
vez un partido político nacional de reciente creación, MORENA alcanzó poco más del 8 % de la
votación, colocándose como cuarta fuerza política nacional, ganamos 14
distritos de mayoría y 21 diputaciones por el principio de representación
proporcional, lo que nos dio 35
diputados federales para el periodo de 2015. Logramos también ganar 18 distritos
electorales de la Asamblea Legislativa del Distrito federal, constituyéndonos en la primera fuerza política partidista en ese territorio.
Los pripanistas, siguieron con sus estrategias inmersas en el fraude
electoral, así lograron imponerse también en las elecciones del 2016,
celebradas en el estado de México y Coahuila, en tanto nosotros no lográbamos
terminar de construir la organización de la defensa y promoción del voto, que
hoy a 54 días de elección, hemos logrado un gran avance, para lograr la meta
histórica de cubrir la defensa del voto en todas las casillas con nuestros
militantes, los de otros partidos, principalmente del PT y del PES que se han
aliado en la Coalición Juntos Haremos Historia y la de ciudadanos y ciudadanas
sin partido, todos compartiendo no sólo el hartazgo, contra las políticas
ignominiosas que nos han generado las lacras de la corrupción, pobreza, la
desigualdad y las injusticias que por décadas hemos sufrido, sino además la convicción
de que tenemos que defender el voto, casilla por casilla, para lograr la meta histórica
de derrocar el régimen de oprobio y así iniciar la cuarta transformación revolucionaria
de nuestra patria: México.
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