El día de ayer domingo 7 de octubre, participé en el programa de
televisión Cambios, conducido por el reconocido periodista Arquitecto Héctor
Benavides, del Grupo Multimedios, en un foro que se intitulo el “Futuro de los
Ninis”, donde compartimos nuestras opiniones con las siguientes personalidades:
como integrante de los grupos empresariales, el C.P. José Mario Garza
Benavides; la investigadora de la UANL, Dra. Patricia Cerda Pérez; el Maestro
Roberto Russldi Montellano, Secretario de Economía del gobierno del estado de
Nuevo León; la Lic. Blanca Judit Díaz Delgado, coordinadora general de Programas
Sociales en Nuevo León, del próximo gobierno federal y la Dra. En Economía
Joana Chapa Cantú, del Centro de Estudios
en Investigaciones Económicas de la UANL.
De acuerdo a
Wikipedia “NINI es
un término considerado por algunos sectores como ofensivo que equivale al
acrónimo en inglés NEET, para la expresión not in employment, education or
training (o sea, ni trabaja ni estudia ni recibe formación).”. Resulta, pensé que serian estas áreas y sus ámbitos del
conocimiento, desde la perspectiva de las ciencias sociales, económicas, políticas
y de las ciencias de la conducta, que abordaríamos en el foro, mi sorpresa fue
que el contenido temático fue más contextualizado sobre el
Programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, que forma parte fundamental del
nuevo programa de gobierno que impulsamos en el Proyecto Alternativo de Nación,
con MORENA y Andrés Manuel López Obrador y que se ha iniciado a procesar, en
este periodo de transición de gobierno, que finalizará en la toma de posesión,
cuando AMLO tome protesta el próximo 1 de diciembre.
Muchas de las dudas, ahí planteadas, principalmente por el Arquitectico
Benavides, se sustentaban en cuestionamientos que varios periodistas columnistas
generadores de opinión pública, como Raymundo Riva Palacio, han hecho sobre la
factibilidad de este programa, por la inmensa cantidad de recursos económicos,
aproximadamente de 108 mil millones de pesos que se han presupuestado para dar
cobertura mediante becas a una población beneficiaria de 2.6 millones de jóvenes
que están en el grupo de edad de 18 a 29 años que actualmente no estudian ni
trabajan. Era insistente, sobre de donde se sacaría el dinero, quien lo daría y
como se lograría mantener el programa, que todos coincidíamos en su
trascendencia, por ser único en la historia moderna de nuestro país.
Inicie mi participación, siendo enfático sobre la factibilidad
del programa, informándoles que este programa, como otros trascendentales, no
son ocurrencias, fueron propuestos para el ejercicio de gobierno de AMLO en la presidencia
de México, tiene sus antecedentes desde que nos robaron la presidencia en el
2006, luego enriquecido en el 2012 en el proyecto alternativo de nación que
propusimos y que actualizamos con la participación ampliada de los grupos
empresariales, expertos, científicos y académicos, miembros de la sociedad
civil, que fue concretada en el denominado Proyecto 18, presentado a la nación,
como base para la integración del programa de gobierno, que hoy estamos
iniciando en las condiciones políticas, económicas y jurídicas que permite el
proceso de transición, donde el apoyo de los senadores y diputados en funciones
ha iniciado generando los cambios jurídicos necesarios y sobre todo las bases
financieras que se integraran en el presupuesto de ingresos y egresos que les
corresponde aprobar.
Les recordé que los ejes transversales de la gobernabilidad que
estamos proponiendo, como son la lucha frontal contra la corrupción, la
austeridad republicana, con la eliminación de privilegios, dispendios y reducción
de las percepciones de los altos funcionarios, además del adelgazamiento de los
organigramas, donde es común que se dupliquen funciones no sólo en el gobierno
federal sino en los otros niveles estatales y municipales, sumado a la eliminación
de los clientelismos y los corporativismos políticos que han estado inmersos en
la operatividad de los programas sociales, garantizaran la operatividad
financiera de estos programas sociales.
Logramos imponer el criterio reduccionista de que este tipo de
programas, representan un gran gasto que puede dañar la economía nacional, son
una gran inversión, les dirigía a las peroratas del capital humano, que los
organismos financieros mundiales (FMI-BM-BID) fomentan y promueven para
invertir y así mejorar el desarrollo humano y social, con mejores grados de educación,
salud y capacitación para la productividad en sociedades, como la nuestra, que
por décadas han estado subsumidas en la desigualdad, la pobreza, sin concretar
el derecho a la salud, a la educación, la falta de oportunidades laborales y la
lacerante violencia social que padecemos, donde los jóvenes son victimados por
el crimen organizado.
Cuestionaba, la ausencia de información sobre lo que ha
representado el daño a nuestras economías simplemente la violencia, que pensáramos
en el impacto sobre nuestro producto interno bruto, simplemente estimaciones del Instituto para la Economía y la Paz (IEP)
refieren que el impacto económico de la violencia en México durante
2017 fue de 4.72 billones de pesos, de acuerdo con El Índice de Paz México 2018
destaca que esta cantidad es equivalente al 21 por ciento del PIB nacional y es
una de las más grandes del mundo.
No deje de
señalar las consecuencias sobre la salud mental que este grupo de población padece
con sus factores de riesgo, no sólo asociado a las conductas antisociales, sino
al abuso del alcohol, tabaco y drogas como la marihuana, cocaína, anfetaminas; además
de las ansiedades, depresiones y el suicidio, que es una de las principales
causa de muerte en este grupo de edad.
Finalmente les recomendé que se informaran mejor en la página electrónica
de AMLO,https://lopezobrador.org.mx/wp-content/uploads/2018/09/Manual.-JovenesConstruyendoElFuturo.pdf,
donde está la información de este programa que tiene por objetivos: 1.Integrar
a jóvenes en actividades de capacitación en el trabajo y dotarlos de herramientas
para una vida mejor; 2. Dar a los jóvenes la oportunidad de acceso a estudios
universitarios, 3. Alejar a jóvenes del desempleo y del camino de conductas
antisociales. 4; Acelerar la preparación de reserva de jóvenes para las
actividades productivas, en previsión de un mayor crecimiento económico en el
futuro próximo y 5. Incluir al sector privado en las actividades de
responsabilidad social para el desarrollo productivo de los jóvenes.
Sin duda el futuro de los ninis en México, es promisorio, lograremos con ellos alcanzar los niveles de desarrollo humano y social que por décadas nos han negado los gobiernos neoliberales.
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