El desarrollo de la moral, su integración en la conciencia y
en el seno de la personalidad de los habitantes, esta correlacionado con el
grado de desarrollo emocional, cognoscitivo, afectivo y espiritual,que las
personas adquieren en su evolución humana, constituye uno de los ideales del
ser, en las personas saludables, que intentan lograr los más altos niveles de
desarrollo humano y social.
No basta con sólo conocer las normas, reglas, principios y
valores de las concepciones que la sociedad desarrolla y promueve para que
sirvan de modelo de conducta estableciendo lo que está bien o está mal relativo
a la conducta humana, el desarrollo del modo de pensar y la evolución de los
modos típicos de razonamiento moral, está definido en los procesos mentales que
se inician desde el nacimiento de las personas. Los pioneros en el estudio del
desarrollo de la moral, fueron Jean Piaget, primero en el marco de sus teorías
del desarrollo cognitivo y luego Lawrence Kohlberg con su teoría del desarrollo
moral donde aborda la evolución de los modos típicos de razonamiento moral,
definiendo 6 etapas del desarrollo moral en las personas. Tanto en la teoría de
Kohlberg como en la de Piaget hay una idea básica: el desarrollo del modo de
pensar va de unos procesos mentales muy centrados en lo concreto y lo
directamente observable hasta lo abstracto y más general, donde la curiosidad
por aprender, es uno de los principales motores del desarrollo mental a lo
largo de las distintas fases de la vida, ambos estudiaron las normas y reglas
que podían observarse en el pensamiento humano en lo relativo a la moral.
Kohlberg refiere que desear el bien se va haciendo cada vez
más grande hasta el punto de incluir a quienes no hemos visto ni conocemos, así
el círculo ético cada vez se va haciendo más extenso e inclusivo, donde lo que importa no es tanto la expansión gradual
de este, sino los cambios cualitativos que se producen en el desarrollo moral
de una persona a medida que va evolucionando.Así se iniciala primera etapa de
su teoría que define como “Moral preconvencional, entre los 4 y los 11 años de
edad, que se caracteriza porque las personas actúan bajo controles externos,
obedeciendo las reglas para evitar castigos y obtener recompensas o por
egoísmo, luego en la segunda etapa, luego en la segunda etapa esta la Moral
convencional, donde el nivel de juicio moral suele surgir a partir de la
adolescencia, es la moral que la mayoría de personas poseen, y consiste en un
enfoque desde la perspectiva de uno mismo como miembro de una sociedad, es
decir, se tiene en cuenta lo socialmente esperado y se da la preocupación y
conciencia sociales. En ella se toma en consideración la voluntad de la
sociedad reflejada en la ley: lo correcto es la obediencia a la norma, no por
temor al castigo sino por la creencia de que la ley mantiene el orden social,
por lo que no debe transgredirse a menos que haya un motivo que lo exija.”La
tercera etapa la denomina como Moral postconvencional, que debe prevalecer en
los adultos, “el desarrollo moral consiste en un enfoque desde una perspectiva
superior a la sociedad. La persona que llegue a este nivel ve más allá de las
normas de su propia comunidad, llegando a los principios en los que se basa
cualquier sociedad buena.” En la quinta etapa se trata de la etapa de la
"orientación del contrato social". Las personas piensan en términos
racionales, valoran la voluntad de la mayoría y el bienestar de la sociedad.
Las leyes que comprometen los derechos humanos o la dignidad son consideradas
injustas y merecen desafío. Sin embargo, la obediencia a la ley se sigue
considerando mejor para la sociedad a largo plazo. Finalmente en la sexta etapa
del desarrollo moral según Kohlberg es la de "moralidad de principios
éticos universales” El individuo define el bien y el mal basado en principios
éticos elegidos por él mismo, de su propia conciencia. Se basan en normas
abstractas de justicia y respeto por todos los seres humanos que trascienden
cualquier ley o contrato social. Se actúa de acuerdo a normas interiorizadas y
se actuará mal si se va en contra de estos principios.
Todo este proceso de integración de la moral no sólo depende
del grado de integración del conocimiento por las personas, sobre las normas, las leyes, los
contratos, principios y valores existentes de acuerdo con el desarrollo
histórico, cultural, político, económico, social y de las ciencias, sino además
del estado que guarda su salud mental y la de nuestras sociedades, donde
principalmente las alteraciones emocionales, mentales y de la
personalidad, obstaculizan el ejercicio de los liderazgos en los diferentes
ámbitos, políticos, religiosos, empresariales, laborales, académicos,
científicos, que fortalezcan y fomenten las conductas promotoras de en la conciencia y convicciones de hacer el
bien común, como dirían los clásicos griegos sobre el valor supremo integrado
en la ética humanista.