jueves, 25 de abril de 2019

MORENA, GOBIERNO Y FUNCIONARIOS DE LA 4T

Una de las visibles consecuencias del pragmatismo obligado, fue el empoderamiento de personajes con dudosas lealtades, que los dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional, operaron para fortalecer la alianza Juntos Haremos Historia, como plataforma político electoral y así lograr la victoria de Andrés Manuel López Obrador, a la presidencia de México y en el Congreso de la Unión, al facilitarles su asenso a los cargos de funcionarios, no sólo en las candidaturas como diputados federales, locales y senadores, que victoriosamente lograron gracias a AMLO, sino en su integración al gabinete, en las diferentes secretarias e instituciones en todo el país, en todos los niveles locales, regionales y nacionales. Son personajes políticos oportunistas, no sólo sin conciencia ni convicciones ideológicas, menos revolucionarias, sino con pasados de complicidades con gobernantes corruptos, integrados en las redes delincuenciales del poder.

Primero, fue la integración victoriosa de los 59 senadores, que lograron la conformación del grupo legislativo de MORENA, donde menos del 40% son compañeros y compañeras que bregaron con nuestro movimiento, desde que iniciamos en el 2003, con AMLO. La hegemonía de la cultura política sin ética, se dejó ver en los acuerdos ignominiosos con el grupo legislativo del PVEM, prestándose a que Manuel Velasco Coello, solicitara licencia en el Senado para volver a gobernar en su estado Chiapas. Luego en la integración de los 259 diputados federales, del grupo legislativo de MORENA, estuvo peor, con sólo un tercio de compañeros y compañeras, que han bregado en nuestro movimiento, es cuestión de revisar sus semblanzas curriculares, con sus antecedentes políticos y formación académica, algunos de ellos a pesar de ser fundadores de nuestro partido, como el diputado Edelmiro Santos Díaz, de nuestro estado, con posturas retrogradas, a favor de la criminalización del aborto, otros como el diputado Cipriano Charrez Pedraza, ex –panista que fue postulado por nuestro partido, con conductas criminales, y que el Congreso ordenó, ayer, el retiro del fuero constitucional, por su presunta responsabilidad de los delitos de homicidio culposo, omisión de auxilio y daño en propiedad ajena.

Luego, fue la sorpresa en la integración del gabinete, en las 22 dependencias más importantes, donde sólo 8 de los secretarios y secretarias, son bregados en nuestro movimiento, destacando Luisa María Alcalde, como secretaría del Trabajo, Alfonso Durazo como Secretario de Seguridad Pública, Roció Nahle en Secretaria de Energía, Irma Erendira Sandoval en la Secretaria de la Función Pública, María Luisa Albores como Secretaria de Bienestar y el Dr. Jorge Alcocer, como Secretario de Salud, este último, ensombrecido por los nombramientos de Germán Martínez, director del IMSS y Luis Antonio Ramírez, director del ISSSTE, ex servidores de la mafia del poder. Hoy quizás, como lo ha declarado, Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la presidencia, cuando se le ha cuestionado ese contexto,  son de la mafia del poder converso.
Finalmente en  la designación de los 32 coordinadores estatales, que se han constituido en el vinculo más importante, entre el poder ejecutivo nacional y los gobiernos locales, responsables de los programas más importantes dirigidos a las políticas del bienestar social, que pretenden desmantelar el uso clientelar, corporativo y asistencialista heredados de los gobiernos neoliberales; el análisis de trayectorias, no sólo profesionales o de capacidades administrativas, sino políticas, de los nombrados, sólo 11 de los funcionarios cumplen cabalmente y sin antecedentes de colaboracionismo, en el PRI, el PAN o el PRD, con el régimen de oprobio, para esperar cumplir con firmeza con las tareas revolucionarias transformadoras. Estamos haciendo la presunción, de que más de dos tercios de los estados del país no están en condiciones óptimas para operar ese trabajo político tan importante. Se dan casos absurdos donde el pasado panista o priista del coordinador estatal se reproduce, integrando sus congéneres políticos, ex priistas, panistas y perredistas, desarrollando una estructura de sus operadores, denominados servidores de la nación, marginando a los activistas y militantes de MORENA.

Es un mal innecesario, que ha llevado a la marginación de muchos de los activistas, militantes y simpatizantes de MORENA, que han bregado en los movimientos sociales y políticos de la izquierda, desde el siglo pasado, con férreos principios, convicciones, lealtades y sobre todo disciplina, que nos llevó a aceptar las integraciones de los personajes más ignominiosos de la política, subordinando el interés supremo de lograr la victoria, para iniciar así el desmantelamiento del régimen de oprobio que combatimos, e iniciar la Cuarta Transformación de nuestra patria.
Son personajes que se han formado, integrando los valores y principios de la cultura política del régimen de oprobio al que sirvieron, fueron beneficiarios, con una clara mentalidad de servirse del poder, inmersos en el autoritarismo, el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, el clientelismo, la corrupción y demás lacras de políticos, funcionarios y gobernantes. Por eso, de palabra, solo en el discurso, no batallan en integrar la lucha contra la corrupción y se suman a la democratización de nuestra sociedad. Sin embargo, la precariedad ideológico – política, sumada a los usos, costumbres y el sistema de creencias inmersos en sus pasados formativos, los llevara a posturas de resistencias, para desmantelar el modelo de desarrollo económico y político del neoliberalismo, de tal forma que emergerán como traidores a la 4 T.

Necesitamos fortalecer las identidades y convicciones ideológico políticas de los principales funcionarios, que conforman las redes del poder, en nuestro gobierno y tener cero tolerancia a las deslealtades y a la impunidad en sus desempeños, así como superar la marginación y exclusión de que han sido objeto, cientos de militantes, dirigentes y fundadores de nuestro movimiento, victimas del influyentismo ramplón, de la cultura política de los personajes oportunistas, hoy empoderados por la victoria histórica de nuestro movimiento.
Los morenistas debemos hacer imperar la MERITOCRACIA, en  la selección de los aspirantes a los cargos en los diferentes niveles de funcionamiento directivo de las instituciones del gobierno federal, sin lo anterior, la infestación de estos gérmenes del régimen de oprobio que combatimos, serán un grave obstáculo para la Cuarta Transformación Histórica de nuestra patria, que hemos iniciado con Andrés Manuel López Obrador en la presidencia.    

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