domingo, 5 de mayo de 2019

SALUD Y EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2019-2024


En esta semana fue presentado al Congreso de la Unión, el documento del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, elaborado por el gabinete de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que integra las propuestas del proyecto alternativo de nación, por el que desde el 2006, hemos venido luchando en el Movimiento de Regeneración Nacional y que además se posesionaron en la plataforma electoral, que conjuntamente presentamos con los partidos que hicieron coalición en la Alianza Juntos Haremos Historia, que nos llevó a la victoria en las pasadas elecciones del 2018.

En la carta de presentación, del documento entregado al Congreso, AMLO, refiere que la “Constitución  Federal  ordena  al  Estado  mexicano  velar  por  la estabilidad  de  las  finanzas  públicas  y  del  sistema  financiero; planificar,  conducir,  coordinar  y  orientar  la  economía;  regular  y fomentar  las  actividades  económicas  y  “organizar  un  sistema  de planeación  democrática  del  desarrollo  nacional  que  imprima  solidez, dinamismo,  competitividad,  permanencia  y  equidad  al  crecimiento  de  la economía  para  la  independencia  y  la  democratización  política,  social  y cultural  de  la  nación”.  Para  este  propósito,  la  Carta  Magna  faculta  al Ejecutivo  Federal  para  establecer  “los  procedimientos  de  participación  y consulta  popular  en  el  Sistema  Nacional  de  Planeación  Democrática,  y  los criterios  para  la  formulación,  instrumentación,  control  y  evaluación  del plan y los programas de desarrollo”. El Plan Nacional de Desarrollo es, en esta  perspectiva,  un  instrumento  para  enunciar  los  problemas  nacionales  y enumerar las soluciones en una proyección sexenal.”

Resulta que los Planes Nacionales de Desarrollo en México, son producto de la integración de la planificación económica en las políticas del estado moderno, como lo sintetiza, Julio Boltvinik en su artículo de la Jornada, (https://www.jornada.com.mx/2019/05/03/opinion/022o1eco) “cuando los países capitalistas se empezaron a percatar del enorme éxito de crecimiento económico de la URSS basado en la planificación económica (iniciada con el primer Plan Quinquenal 1928-1932), algunos imitaron la idea de planificación, lo cual se reforzó con la Gran Depresión (1929-39) y con la Segunda Guerra Mundial. En México, el gobierno de Portes Gil promulgó la Ley sobre Planeación General de la República (LPGR) en 1930, bajo la cual se puso en marcha, en el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-1940) el primer Plan Sexenal. Durante el gobierno de Ávila Camacho se formuló el segundo. Aunque dichos planes se interrumpieron; en el gobierno de López Mateos (1958-1964) se creó la Secretaría de la Presidencia que asumió la responsabilidad de evaluar y aprobar los proyectos de inversión pública. López Portillo (1976-1982) la transformó en Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP), quitándole a la SHCP muchas facultades. La Ley de Planeación (LP) promulgada por Miguel De la Madrid el 5 de enero de 1983, abrogó la LGPR. El que podría calificarse como el primer presidente neoliberal promulga, paradójicamente, la LP, cuando la planeación es el opuesto lógico de la mano invisible del mercado, dogma central del neoliberalismo.”

El hecho es que, como señala AMLO, este PND, nada tiene que ver con los que se presentaban en el periodo neoliberal o neoporfirista. Antes del suyo, el considera seis planes nacionales de desarrollo (de Miguel de la Madrid a Enrique Peña Nieto), pero en los hechos son siete, si se incorpora el de José López Portillo, es decir, el Plan Global de Desarrollo (PGD) 1980-1982, elaborado por quien sería su sucesor en la residencia oficial. México acumuló casi cuatro décadas sin contar con un plan de desarrollo apegado a las necesidades nacionales. Han sido PND que prometieron progreso, bienestar, equidad, justicia, desarrollo, prosperidad, crecimiento económico y muchísimo más, pero todos fallaron rotundamente, y en no pocas ocasiones lograron con creces exactamente lo contrario de lo ofrecido.

En sus declaraciones a la prensa AMLO ha sido enfático al señalar: “con el PND-2019-2024 se acabó la política neoliberal. A muchos les trabajaron la cabeza, es un asunto mental. Mucho tiempo con un adoctrinamiento a favor de una política neoliberal, quitar eso de la cabeza no va a ser fácil; pero la 4-T significa también un cambio de mentalidad. Por eso hablamos de revolución de las conciencias.”

Este PND, además de reiterar el diagnostico que fundamenta cada una de las políticas públicas que se proponen, con sus objetivos, estrategias, líneas de acción, indicadores y metas, integra 3 ejes transversales: Eje  transversal  1 “Igualdad  de  género,  no discriminación e inclusión”, Eje  transversal  2  “Combate  a la  corrupción  y  mejora  de  la gestión pública” y el Eje  transversal  3 “Territorio  y  desarrollo sostenible”; contenidos en tres grandes ejes de las políticas públicas: 1. El eje general de “Justicia y Estado de Derecho” tiene como objetivo: Garantizar  la  construcción  de  la  paz,  el  pleno  ejercicio  de  los  derechos humanos,  la  gobernabilidad  democrática  y  el  fortalecimiento  de  las instituciones del Estado mexicano. 2. El eje general de “Desarrollo económico” tiene como objetivo: Incrementar  la  productividad  y  promover  un  uso  eficiente  y  responsable  de los  recursos  para  contribuir  a  un  crecimiento  económico  equilibrado  que garantice un desarrollo igualitario, incluyente, sostenible y a lo largo de todo el territorio y 3. El eje general de “Bienestar” tiene como objetivo: Garantizar  el  ejercicio  efectivo  de  los  derechos  económicos,  sociales, culturales  y  ambientales,  con  énfasis  en  la  reducción  de  brechas  de desigualdad y condiciones de vulnerabilidad y discriminación en poblaciones y territorios. Todos los objetivos alineados sobre  el  desarrollo  sostenible que en el 2015  la  ONU  aprobó  la  Agenda  2030, cumpliendo con el pacto signado por nuestro país. 

Es en el Eje de Bienestar donde la salud se aborda con un diagnostico que refiere “como la administración que inició el 1 de diciembre de 2018, encontró un sistema  de  salud  pública  insuficiente,  ineficiente,  depauperado  y  corroído  por  la  corrupción.   Millones  de  personas  no  tienen  acceso  a  ninguna  de  las instituciones o modalidades de ese sistema o bien enfrentan padecimientos  para  los  cuales  no  hay  cobertura.  Como  en  otros  terrenos,  el  desastre  del sistema  de  salud  pública  es  resultado  de  los  afanes  privatizadores  y  de  los lineamientos  emitidos  por  organismos  internacionales  copados  por  la ideología  neoliberal.  El  resultado:  en  un  periodo  en  el  que  proliferaron  los dispensarios, clínicas y hospitales privados de todas las categorías, incluso los de gran lujo, los establecimientos públicos han sido librados al saqueo de la corrupción,  la  indolencia  burocrática y el  estrechamiento  presupuestal.  Es casi normativo el que los pacientes de los hospitales del Estado tengan que llevar sus propios materiales de curación y que se vean obligados a esperar meses  antes  de  ser  sometidos  a  una  intervención  quirúrgica,  tanto  por  la saturación de los quirófanos como por descomposturas o faltantes de equipo. Otros  ni  siquiera  logran  acceso  a  terapias  y  tratamientos  porque  no  están afiliados a ninguna institución de seguridad social o bien porque la cobertura del  Seguro  Popular  es  insuficiente.  En  suma,  el  derecho  a  la  salud  le  es denegado  parcial  o  totalmente  al  sector  más  desprotegido  de  la  población mexicana.”

Para lo cual propone en el Objetivo 2.4: Promover y garantizar el acceso efectivo, universal y gratuito de  la  población  a  los  servicios  de  salud,  la  asistencia  social  y  los medicamentos,  bajo  los  principios  de  participación  social,  competencia técnica,  calidad  médica,  pertinencia  cultural  y  trato  no  discriminatorio. Para alcanzar el objetivo se proponen las siguientes estrategias:

2.4.1 Ampliar el acceso efectivo  de  la población a los servicios de salud, priorizando  a  grupos  en  situación  de  vulnerabilidad,  marginación  o discriminación,  y  reconociendo  las  aportaciones  de  la  medicina tradicional.

2.4.2  Desarrollar  e  implementar  estrategias  integrales  para  mejorar  la formación  y  profesionalización  del  personal  encargado  de  otorgar  los servicios de salud.

2.4.3 Mejorar y ampliar la infraestructura de salud, equipamiento y abasto de medicamentos en las unidades médicas y de rehabilitación, generando condiciones  adecuadas  y  accesibles  para  brindar  servicios  de  salud  de calidad a toda la población.

2.4.4  Mejorar  los  procesos  de  vinculación  entre  el  sector  salud  y  la población,  promoviendo  la  participación  ciudadana,  con  énfasis  en  el trato digno e incluyente, no discriminatorio y con especial enfoque en la población con diversidad sexual y de género.

2.4.5  Fomentar  la  investigación  y  la  cultura  de  la  promoción  y  prevención en  salud,  así  como  la  vigilancia  sanitaria,  con  pertinencia  cultural, sensible  al  ciclo  de  vida  y  con  perspectiva  de  género,  basada  en investigación  científica  y  articulando  esfuerzos  interinstitucionales entre los diferentes actores del sector salud.

2.4.6  Promover  y  mejorar  el  acceso  de  servicios  de  salud  sexual  y reproductiva, desde una  perspectiva  de  derechos humanos y de género, y con énfasis en adolescentes y jóvenes.

2.4.7 Promover y mejorar el acceso a los servicios de salud mental y apoyo psicológico en el  Sistema  Nacional de Salud Pública, con énfasis en  la población  afectada  por  la  violencia,  la  migración,  y  los  desastres naturales, entre otros.

2.4.8  Diseñar  y  operar  políticas  públicas  articuladas  para  prevenir, controlar y reducir las enfermedades  crónicas  no transmisibles (ECNT), principalmente  diabetes,  enfermedades  cardiovasculares  y  cáncer,  a  lo largo de todas las etapas del ciclo de vida. Instituto Nacional de Salud para el Bienestar

El gobierno federal realizará las acciones necesarias para garantizar que hacia 2024 todas y todos los habitantes de México puedan recibir atención médica y hospitalaria gratuita, incluidos el suministro de medicamentos y materiales de curación y los exámenes clínicos.

Este objetivo se logrará mediante la creación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, que dará servicio en todo el territorio nacional. a todas las personas no afiliadas al IMSS o al ISSSTE. El combate a la corrupción será permanente en todo el sector salud, se dignificarán  los  hospitales  públicos  de  las  diversas  dependencias federales; se  priorizará  la  prevención  de  enfermedades  mediante  campañas  de concientización  e  inserción  en  programas  escolares  de  temas  de  nutrición, hábitos saludables y salud sexual y reproductiva; se emprenderá una campaña informativa nacional sobre las adicciones y se impulsarán las prácticas deportivas en todas sus modalidades.

En el PND 2019-2024, explicó López Obrador, “tratamos el principal problema del país, la corrupción, cómo vamos a dar respuesta al problema de la inseguridad, de la violencia, que es lo que importa a la gente, cómo se va a reactivar la economía, cómo se va a garantizar el bienestar de los mexicanos. Entonces, eso es el nuevo plan. Son 65 cuartillas, tampoco es mucho, porque con un lenguaje tecnocrático y 100 o 200 cuartillas es como tomarse un tafil. Esto está ligero, no tiene los tecnicismos que no se comprenden fácilmente y puede enriquecerse, se puede ampliar, se puede mejorar, pero ya es un documento para fijar la nueva política de desarrollo del país.”

Estaremos atentos al Programa Sectorial de Salud, que obliga a su elaboración a la Secretaría de Salud y que debe integrar los objetivos de este PND.

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