Una de las consecuencias devastadoras de las políticas públicas
en los gobiernos que han existido en México, han sido generadas por el
capitalismo neoliberal depredador, que hemos padecido las últimas décadas,
donde ha imperado la imposición de paradigmas reduccionistas, no solo en el
análisis de los problemas del desarrollo humano y social sino en la
construcción de sus propuestas de solución, imponiendo al subordinación del
poder económico al político, con sus intereses y reduccionismos conceptuales,
que luego integran en los planes y programas de los gobiernos, sometidos a sus
redes de intereses mercantilistas, donde son las ganancias económicas las que
se priorizan como indicadores del éxito en sus propuestas.
Ha sido tanta la influencia del poder económico sobre el
poder político, que se han impuesto en la planeación, ejecución
y dirección de los planes de desarrollo, que exige la ley en los tres niveles de
gobierno, llegando a imponer sus mejores hombres, ejecutivos de sus empresas,
en los órganos consultivos “Ciudadanos”, imponiéndose también en los procesos
de evaluación de las políticas públicas, calificando y descalificando los
resultados, de conformidad con sus intereses políticos y económicos.
Es el caso del denominado Consejo Nuevo León, ha sido tal el
respaldo del empresariado a este modelo, que las comisiones de este consejo, son
presididas por auténticos capitanes de sus empresas, que construyeron e integraron jurídicamente,
en la administración pública del gobierno de nuestro estado, instalado
formalmente el 29 de septiembre de 2014, como “un órgano transexenal,
apartidista, consultivo y propositivo del Estado en materia de planeación
estratégica y su evaluación. Este organismo está sustentado en la Ley de
Planeación Estratégica del Estado de Nuevo León y su respectivo reglamento con
el objetivo de establecer el proceso de planeación estratégica en busca del
desarrollo sostenible del estado. Enaltecidos por su Misión de “Promover el
desarrollo sostenible de Nuevo León y el bienestar de todos sus habitantes con
una visión de largo plazo y vía la planeación y evaluación de políticas
públicas”, y con una Visión dirigida al 2030 de “Hacer de Nuevo León un estado líder
con niveles sostenibles de desarrollo económico, social, humano y ambiental
garantizando así el bienestar de todos sus habitantes”, con diagnósticos,
objetivos, estrategias y acciones que definieron en El Plan Estratégico para el
Estado de Nuevo León 2015-2030.
Actualmente son consejeros ciudadanos los distinguidos
capitanes de empresas, el Lic. Eugenio Garza Herrera, Presidente de la Comisión
de Gobierno Eficaz y Transparencia, Ing. Antonio Elosúa González,Presidente de
la Comisión de Desarrollo Sustentable, el Ing. Francisco Garza Zambrano
Presidente de la Comisión de Desarrollo Económico y como Secretario técnico Dr.
Jesús Viejo González, el resto de los
integrantes son los funcionarios de gobierno, desde el gobernador como
presidente, hasta los secretarios de Desarrollo Social, Economía y Seguridad
pública y representantes de las Universidades públicas y privadas, más
distinguidas como el ITESM y la UANL.
Es un consejo donde se excluye la
participación democrática plena, desde los procesos de diagnóstico, luego en la
construcción de las propuestas de solución en cada uno de los programas
económicos, sociales y políticos, menos se ejerce, esa participación
democrática, en la evaluación, que queda sujeta a su manejo discrecional,
subordinada sus empoderamientos con el gobernante en turno.
Los que trabajamos en las diferentes instituciones del
gobierno en el estado, desde los niveles aplicativos hasta directivos, hemos
vivenciado la marginación, la exclusión, la cerrazón a la pluralidad y con ello
a la crítica en la elaboración de sus planes y programas. Lo más lamentable es
la obsesión por imponer como referentes, los programas, indicadores y metas de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en las
políticas para el desarrollo social y humano de nuestra sociedad.
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