miércoles, 25 de noviembre de 2009

ELIMINEMOS LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Hoy 25 de noviembre fue distinguido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 50/134 el 17 de diciembre de 1999, como El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que fue propuesto por la República Dominicana como una forma de recordar y homenajear a las tres Hermanas Mirabal, activistas políticas dominicanas, que fueron brutalmente asesinadas en una fecha como esa de 1960 por orden del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.

Se trata de organizar actividades dirigidas a sensibilizar al público sobre este problema que lamentablemente persiste y se incrementado mas en países como el nuestro donde la desigualdad y la discriminación constituyen sus causas, agregándose la corrupción y la impunidad en la impartición de la justicia como a sucedido en los feminicidios y la brutal trata de mujeres prevaleciente en México; además de la pobreza de acciones en el marco de la salud sexual y reproductiva que se proyectan como uno de los grandes pendientes en las políticas públicas de los gobernantes y bueno no se diga, finalmente, la embestida de las leyes antiaborto que en el último año se han aprobado en diferentes estados del país con reformas legislativas que “pudieran constituirse en violencia estructural contra los derechos de las mujeres” señalado por Alberto Brunori, representante en México de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien además ha criticado que las modificaciones a la legislación interna no han estado en consonancia con los compromisos internacionales adquiridos por el Estado mexicano.

La realidad abominable de que las mujeres de todo el mundo son objeto de violación, la violencia doméstica y otras formas de violencia a menudo están ocultas en su escala y en la verdadera naturaleza de esta cuestión. Una de cada cuatro mujeres ha sido violada en algún momento de su vida en todo el mundo. Dependiendo del país, entre una y tres de cada cuatro mujeres son maltratadas físicamente en sus hogares de forma habitual. Cerca de 120 millones de mujeres han padecido mutilaciones genitales. Las violaciones han devastado mujeres, niñas y familias en los recientes conflictos en Ruanda, Camboya, Liberia, Perú, Somalia, Uganda y la antigua Yugoslavia.

Una de cada tres mujeres iberoamericanas menores de 35 años, lo que equivale a 80 millones de mujeres jóvenes, ha sufrido algún tipo de violencia machista, según cifras de la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) presentadas en Madrid, en el marco de la I Campaña Iberoamericana contra la Violencia de Género en estos días.. Dentro de los datos proporcionados por esta ONG, se incluye que un 16.5% de las mujeres mexicanas han vivido una ataque sexual, entro otras cifras preocupantes.

En tanto un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe sobre la violencia contra la mujer refiere que cuatro de cada 10 mujeres sufren violencia machista en Latinoamérica y casi el 60% es víctima de maltrato psicológico. Los datos demuestran que la violencia física sufrida por las mujeres va desde golpes simples hasta agresiones severas y que 45% de ellas declara haber recibido amenazas de muerte por parte de sus parejas.

En Perú, según el Ministerio de Desarrollo Social, cuatro de cada 10 mujeres sufren violencia física por parte de su pareja y nueve mujeres son asesinadas al mes por su esposo, pareja o ex compañero.

En Uruguay, entre 2006 y 2007 las denuncias relacionadas con violencia hacia las mujeres aumentaron un 50 por ciento, según un informe del Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad en ese país.

En Colombia, una mujer es asesinada por su pareja o ex pareja cada seis días y en Argentina en los primeros 10 meses de 2008 la violencia de género provocó la muerte de 110 mujeres.

De las situaciones de violencia en la pareja declaradas por la juventud chilena, la psicológica es la más recurrente (16.9%) , seguida de la física (7.7%) y finalmente la sexual (0.8%) , según la sexta Encuesta Nacional de Juventud que se presentará el próximo mes de diciembre por el gobierno y que detecto que las situaciones de violencia en la pareja declaradas por la juventud chilena, la psicológica es la más recurrente (16.9%) , seguida de la física (7.7%) y finalmente la sexual (0.8%).

Casi un millón de mujeres en el Reino Unido son víctimas de al menos un incidente de violencia machista al año, según la organización British Crime Survey, informó la BBC.

Cerca del 30 por ciento de las mujeres chinas sufren o han sufrido algún tipo de violencia machista, sea física, psicológica o sexual, estimó hoy la vicepresidenta de la Federación de Mujeres de China, (ACWF, por sus siglas en inglés), Zhen Yan.

En México más del 50% de las mujeres son victimas de alguna forma de violencia. La Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo, promovida en 2007, reveló que el 15.5 por ciento de la población de entre 15 y 24 años ha sido víctima de violencia física, el 75.8 por ciento ha sufrido agresiones psicológicas y el 16.5 por ciento ha vivido al menos una experiencia de ataque sexual.

En este momento las mujeres mexicanas están viviendo el incremento de agresiones y violencia desde instituciones del Estado. La Secretaría de Salud calcula en casi 150 mil a las mujeres que cada año deben ser atendidas en instituciones públicas por abortos mal practicados, ya son 17 los estados que aprobaron reformas para obligar a las mujeres a una maternidad no deseada. Sin respetar el laicismo del Estado ni tomar en cuenta los argumentos científicos, de salud y seguridad públicas, jurídicos y sociales, legisladores del PAN y PRI, principalmente, han dado satisfacción a sectores ultraconservadores pasando por alto que condenan a la insalubridad, la cárcel o la muerte a las mujeres y familias más vulnerables del país.

Otra expresión del desprecio hacia las mujeres más desprotegidas es la disminución de 27% de los recursos para apoyarlas directamente con dinero público. El análisis correspondiente del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados revela que el Programa de Atención a la Salud Reproductiva y la Igualdad de Género en Salud tendrá un recorte de 82.1%. El Programa de Becas de Apoyo a la Educación Básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas disminuirá en 4.6% y el del Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras en 7.8%.

No se diga del machismo y la misoginia que prevalece en funcionarios públicos, desde gobernadores hasta jueces y procuradores de justicia que llegan a vociferar declaraciones estúpidas en torno al incremento de homicidios y delitos sexuales hacia las mujeres.

A pesar de que tenemos flamantes instrumentos legales: como La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y las Leyes para la Prevencion y Atención de la Violencia Familiar en México, la realidad es que poco hemos avanzado porque en gran medida la violencia contra la mujer aparte de ser un asunto cultural se ve fortalecida por el poder de la violencia estructural que el estado y sus instituciones persisten en mantener permeados por la simulación en el marco de un poder judicial disfuncional incapaz de hacer prevalecer el ejercicio pleno del derecho.

El ejercicio riguroso de las leyes y reglamentos contra la violencia en cualquiera de sus manifestaciones es el gran pendiente que tenemos para obstaculizar el avance de este problema en México. Bastaría, para empezar a avanzar, con lograr una cobertura universal de los servicios de salud, en particular la atención de la salud reproductiva, de planificación familiar y que se eliminen los obstáculos para que las mujeres tengan acceso a ellos, lograr que las legislaciones estatales en materia de derechos sexuales y reproductivos de las mujeres se homologaran con los estándares internacionales, incluyendo los relacionados con aborto y que integren el reconocimiento de las niñas y mujeres adolescentes y jóvenes, para decidir sobre su sexualidad y reproducción, incluida la decisión de interrumpir o no un embarazo. En tanto rechacemos el uso frívolo de celebrar este día para seguir haciendo acciones cotidianas contra este flagelo, que son las que permiten la construcción de una sociedad capaz de eliminar la violencia contra las mujeres, fomentemos ese arte de amar con el que E. Fromm nos enriqueció para enaltecer nuestras relaciones humanas.

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