miércoles, 17 de marzo de 2010

MUJERES Y NIÑOS ABUSADOS

Ricardo tiene 11 años y ya cursa con depresión infantil acompañada de ideas y pensamientos suicidas, hace 5 años había logrado superar con terapia de apoyo dos síntomas que afectaban su desarrollo emocional y psicológico: enuresis y encopresis que emergieron en el marco del abandono de su padre Ernesto, quien decidió dejarlos por el amorío que sostenía con otra mujer; él se había casado con su madre Claudia, que entonces tenía apenas 17 años, porque había sostenido relaciones premaritales provocando un embarazo no deseado del cual fue producto Ricardo.

Cuando Caludia estaba embarazada, su novio Ernesto tenía entonces 20 años, estaba estudiando en una universidad pública la carrera de ingeniero civil, deciden casarse y al nacer su hijo ella decide trabajar como secretaria en una oficina para apoyarle en la manutención del hogar, cubrir las necesidades materiales demandantes de la primera infancia y sobre todo apoyarlo para terminar sus estudios profesionales, de los cuales egresa tres años después y logra iniciar sus actividades profesionales incorporándose laboralmente en una compañía constructora donde empieza a prosperar su ingreso económico sin compartirlo con su familia, proliferan sus actividades recreativas y el consecuente gasto por la diversión en los antros y los sitios de espectáculos para adultos; inicia una vida inmersa en relaciones sexuales extramaritales y en ese contexto se incrementa el maltrato a su esposa y su hijo que caracteriza no sólo el abuso económico sino emocional, psicológico y físico con sus lacras de ofensas, insultos y violencia física.

Ernesto decide abandonar a Claudia, Ricardo entonces cursaba ya sus 6 años, los apoya económicamente con una cantidad que decide el discrecionalmente y que no ha pasado en promedio de los dos mil a dos mil quinientos pesos; motivo por el cual ella decide buscar un mejor trabajo integrándose como secretaria de un corporativo ingles de seguros, hace timidos intentos exigiendo el cumplimiento de sus obligaciones como padre y esposo, sin obtener respuesta a sus peticiones. Acude a la defensoria de oficio para solicitar apoyo legal y consejeria por sus problemas con su esposo, no recibe la ayuda adecuada. Tres años después en uno de los rencuentros familiares, resurge la posibilidad de reconciliarse y Ernesto mejora su trato con Claudia y su hijo, le hace promesas de esperanza y de felicidad a su pareja, aceptando volver a vivir juntos, pensando mas en las necesidades de un padre para su hijo que estaba en tratamiento psiquiátrico en el centro de salud mental comunitario. En el marco de esa reconciliación nace otro hijo Yahaira que hoy tiene nueve años, Ernesto vuelve a abandonar a Claudia cuando su hija tenía apenas un año, ella sigue trabajando, él sigue el curso de su vida sin hacerse responsable en la crianza de los niños, sigue aportando los mismo económicamente, quincena, tras quincena, mantiene relación afectiva y sexual con otra mujer a quien lleva a vivir en la casa de sus padres. Cuatro años después vuelve a cifrar esperanzas de hacer feliz a Claudia quien vuelve a tener una relación sexual esporádica y resulta embarazada, Ernesto ni siquiera se preocupa por el embarazo ni la atención medica del parto, así nace un tercer hijo Carlos que actualmente tiene 3 años y el nuevamente los abandona, limitándose a entregarles lo que el considera su responsabilidad: apoyarlos económicamente con 2500 pesos mensuales.

Resulta que el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Claudia acude a solicitar atención en nuestra consulta para Ricardo y Yahaira por que ambos presentan un cuadro clínico depresivo que se ha complicado con riesgo de suicido y en el marco del proceso de evaluación diagnostica resulta que la madre cursa también con depresión, complicándose además por el problema de su desempleó ya que Claudia fue despedida al existir reajustes en su empresa con una liquidación sin derechos laborales a pesar de su antigüedad diez años ya que estaba laborando por esos convenios leoninos que por tiempo trabajado hacen firmar a los trabajadores para no gozar de derechos y prestaciones y terminar la relación laboral cuando así conviene a sus intereses. Claudia esta intentando sobrevivir, junto con sus hijos con el apoyo de sus padres quienes le han dado acogida en su seno familiar y han estado sobreviviendo de la raquítica pensión minima de 2400 pesos mensuales que le otorga el IMSS, después de trabajar mas de cuarenta años como obrero; Ernesto el padre de sus hijos sigue sin involucrarse en la crianza de sus hijos, no vive con ellos ni interacciona, vive en la vivienda de sus padres y sigue apoyándolos con la misma cantidad argumentando que no puede apoyarlos mas por su mala situación económica.

Claudia no recibió educación sexual, sus prejuicios y la falta de información la convirtieron en victima de los embarazos no deseados, paso a ser de las estadísticas de ser una mas de las que integraban el 30% del total de los embarazos no deseados que se dan en nuestro estado en menores de edad con todas las consecuencias riesgosas para la salud y el desarrollo humano de los padres que prematuramente ingresan al desmpeño de funciones de crianza y que no llegan a conmocionar a los conservadores moralistas y funcionarios educativos y de salud para integrar la importancia que tiene en el desarrollo humano que las personas reciban información y conozcan los aspectos básicos de la sexualidad humana que son determinantes en la salud sexual y reproductiva. Cuando era objeto de maltrato y abuso por su esposo acudió a las oficinas del palacio de justicia, de la Procuradoria de Justicia en nuestro estado, intentando conseguir los servicios de la defensoria de oficio que se supone son gratuitos para iniciar trámites de divorcio por violencia familiar, quienes le brindaron apoyo no encontraron elementos “objetivos” por que no le veían huellas a la violencia familiar de que era objeto; luego cuando su esposo abandona el hogar intenta el apoyo para lograr el tramite de divorcio y la pensión alimentaría correspondiente para su hijo, le solicitan dinero del cual no dispone y la traen vuelta y vuelta hasta que desiste. Ella se informa en donde mas le podían ayudar y le informan de que puede lograr apoyos en la oficina de gestoría del gobierno del estado, donde es enviada al DIF (Desarrollo Integral de la Familia) de nuestro estado, quienes procesan el caso, citan al esposo y concluyen que el esta cumpliendo conforme a sus posibilidades; la ley de protección a la infancia y la adolescencia no tenian vigencia y puesto que no existían abusos al menor no había necesidad de procurar la acción de la justicia; se le sugiere reiniciar nuevamente el tramite de divorcio el cual no ha podido operar por falta de apoyos y recursos económicos.

Así como Claudia, hemos vivenciado en el marco de la atención a la salud mental que brindamos en el CECOSAM de la SSA en Nuevo León como se han incrementado historias y tragedias familiares que se nos relatan en la consulta donde las principales victimas son las mujeres y los niños y que proyectan realidades sobre la explotación y opresión de que son objeto las mujeres y los niños; donde además se muestra la transgresión a las leyes que se han promulgado desde el siglo pasado y que ya refería en el artículo anterior, leyes que tratan de contribuir a lograr la equidad y contra la violencia como la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, la ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y por último la recién promulgada Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Ni hablar de los derechos sexuales y reproductivos que sólo están como compromisos acordados en el marco de las convenciones internacionales donde nuestro país ha participado.

Toda la perorata de los avances que los políticos y las políticas expresaron para publicitar los avances en el cumplimiento de los derechos sociales, humanos, laborales, sexuales y reproductivos en el día internacional de la mujer el pasado lunes 8 de marzo en nuestro pais y el estado se estrella en la realidad cotidiana que vivimos quienes trabajamos en la comunidad, con las familias y con las instituciones sociales que sistemáticamente enfrentan realidades muy distintas lejos del alcance delirante del poder de quienes no aceptan las crudas realidades que como Claudia y muchas mujeres casadas, madres solteras, viudas o que viven en unión libre cursan con estas tragedias contra las cuales tienen que luchar para sobrevivir, lejos del alcance de que el estado les garantice la anhelada igualdad y su protección inviolable contra cualquier forma de violencia de que son objeto no sólo en su hogar sino paradójicamente de las instituciones encargadas de velar por el cumplimiento de las leyes.

1 comentario:

  1. como tu has de saber los derechos de las mujeres tan conmemoredos cada año solo sirven para decir que son tomadas en cuenta lo cual no es cierto y de los niños que te puedo decir solo son victimas.desgraciadamente nuestro sistema de justicia esta ciego y obsoleto,ya que proteje a los patrones y no al trabajador,pero debemos seguir luchando para cambiar al pais.

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