miércoles, 3 de marzo de 2010

MUJERES Y DESARROLLO SOCIAL

El próximo 8 de marzo celebramos nuevamente el día internacional de la mujer el cual fue mundialmente consensado por la mayoría de los países del mundo en le seno de la ONU para hacer promoción de los derechos de las mujeres y fomentar su ejercicio en el desarrollo de las políticas económicas, laborales, culturales y sociales que las sociedades se han obligado en los compromisos derivados de los acuerdos plasmados en los convenios internacionales que buscan condiciones de desarrollo en equidad en el marco de la libertad y la justicia.

Las mujeres de todos los continentes con sus diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día en una tradición que inicio en 1909 de conformidad con una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América. Fue el día 28 de febrero, de ese año, cuando se celebró en todos los Estados Unidos el primer Día Nacional de la Mujer en el marco histórico del mundo industrializado con su período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales, iniciando así una celebración que intenta fomentar y promover la lucha por la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo de las mujeres en el mundo. Lucha que se inicio desde la antigüedad y que tiene sus registros históricos en Grecia y en las revoluciones sociales como la francesa en el siglo XVIII donde los parisienses pedían libertad, igualdad y fraternidad exigiendo el sufragio femenino. Luego en 1910 cuando La Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, a propuesta de la dirigente comunista alemana Clara Zetkin, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres de carácter internacional como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. En el siguiente año en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza y EU Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, se exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral y durante 1913 y 1914 en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913, en el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.

La Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco en 1945, fue el primer acuerdo internacional que proclamó que la igualdad de los sexos era un derecho humano fundamental. Desde entonces, la ONU ha contribuido a crear un legado histórico de estrategias, normas, programas y objetivos concertados internacionalmente para mejorar la condición de la mujer en todo el mundo, se inicio un creciente movimiento internacional de la mujer organizándose por la ONU conferencias sobre la mujer junto con los movimientos femeninos nacionales que han dado gran fuerza a la comprensión, el interés y la acción encaminados al adelanto de la mujer en todo el mundo. Especialmente se pueden mencionar cuatro conferencias mundiales que lograron crear valiosos acuerdos y resolutivos entre los movimientos nacionales y la comunidad internacional, además de aumentar la conciencia internacional sobre las preocupaciones de las mujeres. Estas conferencias tuvieron lugar en México (1976), Copenhague (1980) y Nairobi (1985) y en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995) las representantes de 189 gobiernos adoptaron la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que está encaminada a eliminar los obstáculos a la participación de la mujer en todas las esferas de la vida pública y privada, define un conjunto de objetivos estratégicos y explica las medidas que debían de adoptar a más tardar para el año 2000 los gobiernos, la comunidad internacional, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado para eliminar los obstáculos que entorpecen el adelanto de la mujer, enfocándose a doce áreas de especial preocupación. Estas cuatro conferencias mundiales sobre la mujer han contribuido a que la conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica y es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia mundial y de nuestros países como México.

Desde la Conferencia de Beijing las mujeres rompen con la lógica de que sus intereses son restrictos a la esfera de los cuidados y apuntan claramente que, para la resolución de los graves problemas que impactan al desarrollo global tiene que volverse transversal la perspectiva de género y afirmar la igualdad con el más amplio respeto a las diferencias.

En el documento denominado: Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer - Beijing, China, disponible en la pagina de Internet de la ONU, se refieren las 12 esferas de especial preocupación acordados en esa conferencia y que son consideradas representativas de los principales obstáculos para el adelanto de la mujer y que son:

La pobreza que pesa sobre la mujer
El acceso desigual a la educación y la insuficiencia de las oportunidades educacionales
La mujer y la salud
La violencia contra la mujer
Los efectos de los conflictos armados en la mujer
La desigualdad en la participación de la mujer en la definición en las estructuras y políticas económicas y en el proceso de producción
La desigualdad en el ejercicio del poder y en la adopción de decisiones
La falta de mecanismos suficientes para promover el adelanto de la mujer
La falta de conciencia de los derechos humanos de la mujer internacional y nacionalmente reconocidos y de dedicación a dichos derechos
La movilización insuficiente de los medios de información para promover la contribución de la mujer a la sociedad
La falta de reconocimiento suficiente y de apoyo al aporte de la mujer a la gestión de los recursos naturales y a la protección del medio ambiente
La situación problemática de las niñas

La reseña general de las Recomendaciones que incluye este documento son:

Revisar, adoptar y mantener políticas macroeconómicas y estrategias de desarrollo que consideren las necesidades de la mujer y apoyen sus esfuerzos por superar la pobreza.
Revisar leyes y prácticas que limiten al acceso a la mujer a los recursos económicos.
Brindar acceso a mecanismos de ahorro y crédito.
Realizar investigaciones que permitan superar la pobreza.
Asegurar la igualdad de acceso a la educación.
Eliminar el analfabetismo entre las mujeres de todo el mundo.
Fomentar el acceso de las mujeres y niñas a la formación profesional, ciencia, tecnología y educación permanente.
Establecer sistemas de educación y capacitación no discriminatorios.
Asignar los recursos suficientes para reformar la educación.
Fomentar el acceso de la mujer durante toda su vida a servicios sanitarios e información, gratuitos o de bajo costo y de buena calidad.
Fortalecer los programas de prevención de la salud de las mujeres.
Reducir la mortalidad relacionada con la maternidad.
Tomar iniciativas que consideren a la mujer para hacer frente a enfermedades de transmisión sexual, SIDA y cuestiones relacionadas con lo reproductivo.
Promover la investigación y difusión de información sobre la salud de la mujer, aumentar los recursos y supervisar el seguimiento de la salud de la mujer.
Adoptar medidas para prevenir y eliminar la violencia contra la mujer.
Estudiar las causas de violencia contra la mujer y elaborar estrategias de prevención.
Adoptar medidas para eliminar la trata de mujeres. Prestar asistencia y rehabilitación a las mujeres víctimas de la violencia.
Reducir las consecuencias de conflictos de toda índole sobre la mujer.
Sancionar a los miembros de las fuerzas de seguridad o cualquier agente del Estado que cometa actos de violencia sobre la mujer.
Fomentar la participación de la mujer en la solución de conflictos y en la dirección de actividades relacionadas con la paz.
Reducir los gastos militares y la disposición de armamentos e instrumentos de violencia contra la mujer.
Brindar protección, asistencia y capacitación a las mujeres desplazadas y refugiadas.
Promover en la mujer: la autosuficiencia, acceso al empleo, comercio y mercado, condiciones de trabajo apropiadas y control de los recursos económicos; en condiciones de igualdad con el hombre.
Proporcionar a las mujeres de bajos ingresos servicios comerciales, acceso a mercados, información y tecnología.
Reforzar la capacidad económica de la mujer.
Eliminar todo tipo de discriminación laboral.
Armonizar, a través de la creación de un ambiente de trabajo flexible, las responsabilidades laborales y familiares de mujeres y hombres.
Garantizar a la mujer igualdad de acceso y participación en las estructuras de poder y en la adopción de decisiones.
Aumentar la capacidad de la mujer de participar en la adopción de decisiones y niveles directivos.
Crear o fortalecer mecanismos nacionales y otros órganos gubernamentales.
Integrar las perspectivas relacionadas con el género en toda legislación, política, programa o proyecto.
Preparar y difundir la información desglosada por sexo.
Promover y proteger los derechos humanos de la mujer, mediante la aplicación de los instrumentos internacionales, especialmente la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer.
Garantizar la igualdad y no discriminación ante la ley.
Fomentar la adquisición de conocimientos jurídicos elementales.
Fomentar el acceso de la mujer a la expresión de sus ideas y a la adopción de decisiones en los medios de difusión y comunicación.
Fomentar una imagen positiva, equilibrada y no estereotipada de la mujer en los medios de difusión.
Lograr la participación de la mujer en las decisiones relativas al medio ambiente.
Asegurar la integración de las preocupaciones y perspectivas relacionadas con el género en las políticas y programas en favor del ambiente.
Establecer mecanismos, regionales, nacionales e internacionales para evaluar los efectos de las políticas de desarrollo y medio ambiente en la mujer.
Eliminar toda forma de discriminación contra la niña.
Eliminar actitudes y prácticas culturales perjudiciales para la niña
Intensificar la conciencia pública del valor, necesidades y derechos de toda niña. Reforzar la autoestima y dignidad de la niña.
Eliminar la discriminación contra la niña en el ámbito de la salud, nutrición, educación y formación profesional.
Eliminar la explotación del trabajo infantil y proteger a las niñas que trabajan.

A quince años de esta conferencia los avances trascendentes han sido mínimos, la pobreza sigue teniendo rostro de mujer, un gran número de países experimentó retrocesos en su proceso de desarrollo según el último informe sobre desarrollo humano de la propia OMS, en 46 de ellos, el pueblo esta más pobre que en la década anterior. En 25 países más personas sufren con el hambre persistiendo el desafió de erradicación del hambre y de la extrema pobreza en el mundo donde las mujeres y los niños son los mas vulnerables, según la ONU 70% de las personas que en todo el mundo viven por debajo de la línea de la pobreza son mujeres. Los promedios internacionales de los indicadores del desarrollo humano también ocultan diferencias entre las mujeres en base a la ubicación, el estatus económico, la etnia, la edad, la discapacidad y otros factores.

Es de reconocerse el avance de las políticas y las legislaciones basadas en consideraciones de género que han abordado desigualdades y situaciones de discriminación y violencia contra las mujeres sin embargo el progreso a nivel general de los países mantiene un ritmo poco uniforme, existen diferencias entre regiones y a nivel interno de los países. Los derechos humanos de las mujeres se han estado integrando como parte inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos universales, persistiendo la resistencia de países con fundamentalismos ideológicos y religiosos. Los derechos sexuales y reproductivos han sufrido la embestida del conservadurismo obstaculizando el pleno goce en la mayor parte de los países con desarrollo bajo y medio, ni siquiera se han erradicado la criminalizacion del aborto y las prácticas nocivas tales como el matrimonio temprano y forzado y la mutilación genital femenina, le embarazo no deseado se ha incrementado en los adolescentes llegando a constituirse en el 35% del total de los embarazos que ocurren en un periodo determinado en sociedades como la nuestra. La resistencia a la educación sexual sistematizada en los procesos educativos continúa prevaleciendo contribuyendo a la desinformación y el fortalecimiento de mitos y prejuicios sobre el comportamiento sexual que obstaculizan le desarrollo humano y se constituyen en factor de riesgo para la salud sexual y reproductiva de las mujeres, ni siquiera se ha logrado el acceso universal gratuito de las mujeres a recibir la atención médica y su acceso a los programas preventivos que permita disminuir la gran morbilidad y mortalidad que el cáncer de mama y del útero esta provocando especialmente en las clases sociales mas desprotegidas.

En la educación sigue persistiendo el analfabetismo, la baja escolaridad en las mujeres y la falta de cobertura para lograr la educación primaria obligatoria para las niñas y las mujeres son las que tienen menor acceso a la educación superior persistiendo la idea machista de su función natural en el trabajo domestico y la crianza de los niños. En nuestro país cuanto más alto el nivel educacional mayores son las diferencias de ingresos entre hombres y mujeres, llegando una mujer a recibir hasta un 70% de los ingresos que recibe un hombre.
La violencia domestica y sexual contra las mujeres sigue prevaleciendo con sus lacras de asesinatos y lesiones permanentes y no ha sido enfrentada a través de una política de nacional articulada entre las diferentes esferas de poder y con una perspectiva de integración entre las áreas de salud, seguridad, justicia, educación y asistencia social y psicológica a pesar del fortalecimiento de la legislación contra todas las formas de violencia doméstica y la sanción de leyes que en la última década gobiernos como el nuestro han desarrollado para combatir este problema.

Las políticas de estado para empoderar a la mujer siguen sin lograr el acceso equitativo de la mujer a los recursos económicos y a su control, incluida la tierra, los derechos de propiedad y de sucesión, el crédito y los sistemas tradicionales de ahorro, como los bancos y las cooperativas de mujeres, los indicadores de su participación en el mercado de trabajo y en la esfera política son una proyección constante de la ausente equidad de genero en nuestras sociedades.

Siguen siendo las mujeres las principales victimas del trabajo infantil, de la explotación sexual, del trafico de seres humanos, de la violencia en todas sus manifestaciones pero principalmente victimas de la desigualdad y discriminación en las instituciones educativas y laborales, por eso este 8 de marzo una vez mas tenemos que insistir sobre la importancia de introducir la perspectiva de genero en todas las políticas públicas, especialmente en tratar la violencia contra las mujeres, la violencia de genero, que ejercen hombres fundamentalmente a causa de la cultura y por la historia y hacer el llamado a erradicar los obstáculos que impiden su desarrollo humano pleno y por lo tanto nuestro propio desarrollo humano y social.

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