miércoles, 30 de octubre de 2013

PED, EDUCACION, CULTURA Y EL DESARROLLO HUMANO

En Nuevo León el disfrute pleno del derecho a la educación ha sido obstaculizado por los bajos niveles de cobertura y la desigualdad en la calidad de los procesos educativos que generan la escasa eficiencia terminal y el abandono de estudios, generalmente asociados a problemas socioeconómicos y psicosociales de los educandos. El PED sigue considerando como “enorme reto de dotar a todos los niños y jóvenes en edad de asistir a la escuela, de una educación con los mismos niveles de calidad que sus pares en los países más desarrollados”.

No sólo sigue prevaleciendo el problema del analfabetismo en una franja de la población adulta, sino a pesar del incremento del grado promedio de escolaridad en los últimos 30 años, que de 1980, era de seis grados, y que hoy en la población mayor de 15 años esta estimado en diez años, persiste el denominado analfabetismo funcional en la mayoría de la población. Este analfabetismo funcional se refiere a la deficiencia en las funciones cognoscitivas que dificultan el pensar y la generación del saber en el desarrollo humano, son sobre todo deficiencias en el manejo simple de las operaciones matemáticas y reflexivas de la lectura y en la comunicación humana. Existen 1,4 millones de estudiantes, el 78% acude a las escuelas públicas, en la educación básica sólo acuden el 86% de los niños. La población de 15 a 19 años que asiste a instituciones educativas, en promedio, es poco más de 80 por ciento de los jóvenes, en tanto de la población que tiene entre 20 y 29 años de edad, lo hace apenas en un 12.1 por ciento, ese en estos sectores donde se agrava la deficiente cobertura del sistema educativo estatal.
 
Estamos muy lejos de la cobertura educativa no sólo de los países mas desarrollados económicamente, sino de países hermanos de America, como Cuba, Argentina, Chile, Uruguay, donde la cobertura se llega hasta triplicar con un mas de 40% de avance en este rubro. Las metas del PED, son limitadas al establecer objetivos como lograr la cobertura del 100 por ciento en la educación básica, 70 por ciento en educación media superior y 40 por ciento en la superior,  luego en las escuelas e instituciones educativas públicas persisten rezagos no sólo en la infraestructura por falta de espacios y deterioro en sus instalaciones sino el equipamiento necesario para las actividades académicas, sobre todo en la integración de las innovaciones tecnológicas para la enseñanza. Aunque persisten estos graves problemas de cobertura, el gobierno insiste en que “el mayor desafío para el sistema educativo estatal es elevar su calidad”, sobre todo en educación básica, obsesionados por superar los malos resultados en las evaluaciones que la OCDE ha registrado para nuestro país, en comparación a los países desarrollados. Por eso es criticable que en este PED se fije como meta obtener niveles de desempeño sobresaliente o satisfactorio en 75 por ciento de los alumnos evaluados por medio del Examen General de Conocimientos que diseña y aplica el Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL). El rezago en la cobertura siguen tratando de solucionarlo con sus limitados apoyos sociales y becarios a poblaciones en riesgo, la ampliación de escuelas, construcción de nuevos espacios educativos e intentando cubrir cuando menos las necesidades de mantenimiento, rehabilitación y equipamiento de la infraestructura educativa en el nivel básico.
 
Alcanzar una educación de calidad con estándares internacionales, como lo pretenden no sólo depende de lograr calificaciones aprobatorias de dudosas pruebas estandarizadas por intereses mas ligados a los modelos económicos de desarrollo que tratan de imponer estos organismos internacionales, sino se correlaciona con la necesidad imperiosa de una gran reforma educativa que trascienda en los educandos logrando no sólo los objetivos académicos sino formativos que impacte en lograr mejores ciudadanos no sólo competentes en el desempeño profesional y técnico, sin ese prevaleciente analfabetismo funcional en sus personas, sino con un mayor desarrollo humano que coadyuve a lograr los mas altos niveles de desarrollo social en nuestro estado. Lograr el objetivo de “consolidar el liderazgo del estado en educación mediante el fortalecimiento de su sistema educativo en materia de cobertura, equidad, calidad, pertinencia, desarrollo profesional de docentes, investigación e innovación y mejora de la gestión” sólo es posible si el sistema educativo estatal desarrolla y consolida esta reforma educativa con la participación de todos los agentes fundamentales, desde los maestros, alumnos hasta los profesionistas especialistas interdisciplinarios inmersos en los procesos de enseñanza.
 
Es cierto que, que a nivel nacional mantenemos un liderazgo, principalmente por la cobertura, aunque estamos muy lejanos de gobiernos como el del Distrito Federal, donde el derecho a la educación si se ejerce como garantía social hacía todos los ciudadanos, sin cuotas económicas condicionantes y apoyos didácticos hacia los educandos, pero hay que reconocer que estamos muy lejos de lograr una educación que garantice este derecho con calidad con estándares internacionales. Nos ufanamos de contar con mas de 200 instituciones que ofrecen educación superior, pero no solucionamos ni exigimos el rezago, sobre todo de las escuelas privadas, en la infraestructura minima y en las capacidades pedagógicas y profesionales de sus docentes, para el desempeño adecuado de sus tareas académicas y administrativas, tan sólo respecto a los programas de calidad de educación superior, menos del 15% cuentan con acreditaciones avaladas por organismos internacionales, en su mayoría están inmersas en la educación como “negocio”, atrapados en sus intereses y visiones mercantilistas sobre la educación, una cantidad importante integrados a la red fraudulenta de las denominadas escuelas patito, cuyos reconocimientos oficiales de estudios se han otorgado como franquicias en el marco de las redes de corrupción que han permeado las políticas de la Secretaria de Educación Estatal y Federal.
 
Así que para mejorar la calidad de la educación en todos los niveles y modalidades, con base en los más altos estándares internacionales, como visionariamente lo propone el PED, esta muy lejano si no se logra una reforma educativa integral, que este respaldada financieramente y donde el respeto escrupuloso a las leyes este garantizado por los funcionarios y gobernantes de todos los niveles de gobierno, sin esto la línea de acción fundamental que se plantean de “ Fortalecer los procesos educativos, a fin de que los estudiantes de todos los niveles alcancen una formación integral con altos estándares de aprendizaje” no se logrará como se ha propuesto desde hace treinta años. En el marco de las políticas culturales, que constituyen la esencia para la integración plena del humanismo en todos los ciudadanos, siguen privilegiándose las acciones a los sectores de mayor ingreso económico, limitando que “los nuevoleoneses tengan acceso al patrimonio cultural y artístico disponible en el estado y participen activamente en su creación y divulgación”. Simplemente siguen sin integrarse a los procesos educativos la enseñanza básica sobre las artes, como la música, el teatro, la literatura, pintura, la danza ni que decir de la escultura y las artes graficas como el cine, la fotografía y los videos. Su organismo estatal de CONARTE sigue padeciendo el escaso financiamiento, inmerso en las políticas del control social de los artistas libertarios, marginando de los apoyos a los librepensadores, opositores, integrantes de organizaciones no gubernamentales, grupos independientes, acotando a los “promotores culturales, artistas y a la sociedad en su conjunto, para promover y favorecer la creación, la difusión, la educación y la investigación de expresiones artísticas y humanidades”. Los eventos nacionales e internacionales sobre las diferentes manifestaciones culturales no han logrado proporcionar la cobertura en los estratos mayoritarios de la población existentes en los niveles socioeconómicos bajos y medios, mucho menos en las zonas rurales y suburbanas de la región, lo que dificulta “fomentar la cultura como vehículo integrador en todos los sectores del estado, potencializando los nuevos talentos en las comunidades y apoyando su desarrollo artístico y cultural”, como se pretende en el PED actual. Simplemente tenemos pocos espacios de los diferentes niveles de gobierno destinados a la enseñanza, presentación, divulgación e investigación de expresiones artísticas y culturales a fin de propiciar su disfrute, estos se agrava con las carencias crónicas de espacios para la lectura dirigidos a infantes y jóvenes. Conformamos una sociedad inmersa en la desinformación, mala educada, poco integrada a las artes, sustentada culturalmente con el peso de la evolución histórica de nuestra región con sus múltiples influencias regionales, nacionales y las propias del sincretismo originado en la fusión e influencias de las culturas estadounidenses y europeas, si no privilegiamos la inversión en el desarrollo educativo y cultural de nuestra sociedad seguiremos condenados al subdesarrollo social y humano que se proyecta en las prevalecientes graves conductas de barbarie y violencia criminal que padecemos.
 
En materia de cultura fisica seguimos sin su integración como elemento fundamental para el desarrollo saludable, que logre superar el grave problema de la obesidad y la vida sedentaria, que se han convertido en graves problemas de salud pública y no se diga como elemento promotor del desarrollo de deportistas de alto rendimiento en Nuevo León, que incremente la trascendencia competitiva en los diferentes eventos deportivos nacionales e internacionales. Las políticas públicas para la cultura física y el deporte en nuestro país y nuestro estado han evolucionado lentamente, sin negar los avances, los diferentes programas se han entrampado en los intereses de los dirigentes deportivos, en los económicos de los grupos empresariales y el deficiente financiamiento crónico que el estado invierte para fomentar la práctica del deporte y la actividad física entre la población de todas las edades, en particular entre jóvenes. Ha sido una constante la ausencia de un programa integral de coordinación entre los gobiernos estatal y municipal, que “comprenda la promoción de la práctica de las disciplinas más populares, clínicas para el aprendizaje de las mismas, renovación y construcción de canchas y espacios deportivos, así como la participación de la comunidad por medio de comités deportivos ciudadanos”, como se pretende en este PED. Estas circunstancias hacen que tengamos déficits crónicos de espacios, con infraestructura y equipamientos inadecuados para el activismo físico deportivo en todo Nuevo León, que seguimos tratando de compensar con asociaciones estratégicas con las universidades públicas y privadas, empresas y organizaciones de la sociedad civil.
 
Finalmente, aunque es el problema central de los gobiernos que no integran ni cultivan la democracia, persiste la ineficiente organización comunitaria para lograr la participación social en la promoción de la actividad física y el deporte en todos lo sectores sociales, bastaría la articulación de comités integrados en redes de todos las colonias, barrios y comunidades, sin usos clientelares de los partidos políticos, para cuando menos activar acciones contra el sedentarismo que logren disminuir los graves problemas de salud asociados.

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