Cada vez tiene más presencia en nuestro país, la prevalencia de
alternativas ciudadanas contra la hegemonía de los partidos, en la búsqueda del
poder por la vía electoral en los gobiernos, de personajes empresariales,
activistas de organizaciones no gubernamentales o de la denominada sociedad
civil, ex militantes de partidos y algunos politólogos. Esta semana se presentó
ante los nuevoleoneses, Vía Ciudadana, un grupo de hombres y mujeres que dicen
"querer rescatar Nuevo León de los que lo tienen secuestrado, los gobernantes,
funcionarios públicos y diputados y los partidos políticos", según ellos
buscaran postular candidatos independientes a todos los puestos de elección,
desde gobernador, alcaldes hasta diputados locales. Encabezados por ex – panistas,
como Tatiana Clouthier, Mauricio Sada, Concepción Landa, Miguel Treviño la ex –
perredista y ex -diputada local, del partido Convergencia por la democracia,
hoy denominado movimiento Ciudadano, Liliana Flores, dirigente estatal del Barzón,
y empresarios líderes de organizaciones sociales como Vertebra y Evolución
Mexicana.
Lo que destacan, en su debate, como esencia motivacional
de su activismo, son las desviaciones y perversiones de los líderes y
militantes de los partidos políticos, dicen que "tratan de rescatar la política
de los depredadores, tranzas, embusteros, irresponsables corruptos, incapaces y
cínicos que controlan a los partidos políticos en nuestro Estado". Impregnados
de partidofobia, se reducen como única opción, lamentablemente encarnada en sus
personas, como el narciso que ante el espejo se pregunta si es lo mas deseable,
desbordan sus experiencias de amargura en sus vivencias y experiencias conflictivas
y traumáticas partidistas, ya sea como militantes o como aspirantes o
ejercedores de candidaturas, objeto de fracaso electoral y maltrato por sus
partidos, donde fueron incapaces de ejercer su poder, moral, político,
económico y jurídico, para dignamente luchar para lograr corregir las
desviaciones y perversiones que agraviaban a sus partidos y organizaciones
políticas.
Buscan el poder tratando de no atentar contra los intereses de los
oligarcas que detentan el poder económico y político en el estado, que durante
décadas han definido y condicionado el ejercicio del poder de los gobernantes y
sus extensiones en los órganos legislativos y judicial en sus regimenes
pripanistas, con sus políticas públicas insertadas en sus planes de desarrollo,
que han obstaculizado el desarrollo humano y social que nos corresponde, de
acuerdo con la riqueza patrimonial y productiva que hemos generado todos en
nuestra sociedad.
Buscan el poder, evadiendo afectar las redes delincuenciales existentes
en nuestras sociedades, como la de Nuevo León, no hacen propuestas concretas
para desarticular las graves conductas sistematizadas en las estructuras
financieras, legislativas, judiciales y del quehacer administrativo y político,
que someten a los funcionarios y a las instituciones a sus nefastos intereses
depredadores y deshumanizante de nuestras
sociedad.
Buscan el poder, sin afectar el modelo de desarrollo económico, social y
político que por décadas han ejercido los gobernantes en sus políticas públicas
que una y otra vez han demostrado no contribuyen a potencializar los mas altos
niveles de desarrollo humano, social y cultural, siempre confirmándose con el
desarrollo mayor que tenemos sobre otras sociedades con niveles de desarrollo
medio o bajo, ahí están los bajos indicadores de salud, educación, impartición
de justicia, seguridad pública y crecimiento económico que sexenio tras sexenio
fundamentan sus propuestas de los planes de desarrollo que se proponen y
presumen al principio de sus gobiernos, cuyo resultados finales ya no son
objeto de presunción en sus fracasados alcances de las metas que se propusieron
y que sin ninguna responsabilidad asumen, extendiendo las lacras de la
impunidad que nutren la corrupción que prevalece en nuestras sociedad.
Siguen su ejercicio de la política satanizando las ideologías políticas
y la corrupción de los partidos como la esencia del fracaso de los gobernantes,
algunos de ellos hasta cometiendo la estupidez de proponer despolitizar y
despartidizar las posturas sobre las
acciones de los gobernantes y funcionarios incluyendo las posiciones de los
lideres y militantes de los partidos, insistiendo en que la única salida son
los ciudadanos al poder, como si esto no tiene un claro y obvio fundamento del
ejercicio de la política en sus posturas.
Sin duda hay que acabar con los ejercicios del poder político impregnados
de corrupción, derivado de las transgresiones
a las ideologías, principios y valores, con las lacras del pragmatismo, el
clientelismo, el corporativismo, el dogmatismo y sus fundamentalismos, peros
hay que destacar el papel trascendente de los políticos partidistas que
diariamente luchan por que prevalezca la integridad y congruencia en su
interior que permita el ejercicio del poder transformador de sus propuestas una
vez que sean gobierno. Olvidan o desconocen el peso histórico y fundamental que tienen en el
desarrollo de las sociedades modernas el origen y la existencia de los partidos
políticos para consolidar las democracias modernas y alcanzar el objetivo final
de la política que debe ser lograr el bien común, con bienestar y felicidad de
todos los ciudadanos.
Estamos de acuerdo en la necesaria integración clara y explicita de las
candidaturas independientes, que refrende el derecho inalienable de todo
ciudadano a votar y ser votado en los procesos electorales, en las leyes
correspondientes, eso no debe ser materia de discusión, es un derecho político
fundamental, lo que no es honesto es promover el falso debate de la
ciudadanización de la vida política, solo sustentados en la corrupción
prevaleciente en todos los partidos políticos (PAN-PRI-PRD-MC-PT-PANAL-PVEM)
que en este momento tienen el registro ante las autoridades electorales en
México y en Nuevo León.
Morena esta fuera de sus concepciones sobre los partidos políticos
actuales y el ejercicio del poder, nuestros grandes ideales y principios están
dirigidos establecer una cultura política nueva, integrando escrupulosamente la
ética. Sí esas transgresiones y perversiones que denuncian, estos y otros
grupos ciudadanos, son el eje central de su demanda, y participan sin partidofobias,
no tenemos duda que si actuaran en congruencia, se integrarían a bregar con
nosotros.
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