lunes, 16 de mayo de 2016

LA SALUD SEXUAL DE LOS JOVENES

Resulta que los vertiginosos cambios científicos y  tecnológicos  que han logrado las telecomunicaciones, las neurociencias, la salud pública y particularmente la sexología se han visto reducidos en sus efectos sobre la salud sexual de nuestros jóvenes, que en este ámbito, siguen siendo víctimas de los problemas ancestrales de conductas sexuales inmersas en la desinformación, mitos y prejuicios sobre el ejercicio de su sexualidad humana generando problemas que afectan su salud y su desarrollo social y humano.
 
Inmersos en edades de inicio, con relaciones sexuales cada vez más tempranas, en el contacto de conductas sexuales explicitas, en sus hogares, con sus grupos de pares, en la transgresión del eros que generan las obscenidades y pornografía, que prevalece en las redes sociales del internet, experimentando sus  relaciones sexuales genitales, en un contexto de inmadurez afectiva, donde el amor se confunde con el turbulento deseo sexual, que emerge vigoroso, impulsado por el desarrollo psicosexual de esta etapa, sin protección adecuada ni prevención del embarazo no deseado, lo cual hace prevalecer la incidencia de los tres grandes problemas, que  en estos momentos prevalecen: uno, es el de los embarazos no deseados, luego el cada vez más frecuente abuso sexual, siguiendo la incidencia de enfermedades de transmisión sexual, donde el SIDA sigue siendo distintivo por su alta prevalencia.
 
Aunque los embarazos no deseados, son focalizados como un problema de salud reproductiva, está más definido en el marco de la salud sexual, porque implica aspectos no sólo biológicos, sino psicológicos, sociales y existenciales, tanto en su origen como en sus consecuencias, sobre el curso posterior del embarazo no deseado, que puede ser desde el nacimiento del bebe, el aborto y el desarrollo precoz de roles, como el proceso de crianza, con sus responsabilidades, que obstaculizan el desarrollo evolutivo del adolescente o del joven, integrando estresores psicosociales, que se convierten en factores de riesgo para sus salud mental; además de exigir su integración temprana al mundo laboral y afectar su proceso educativo. Imaginemos el impacto que ha tenido en nuestra sociedad, que las últimas décadas, el 30% de los embarazos ha sido en las  mujeres de 12 a 19 años, sí, quiere decir que un tercio de los integrantes de nuestra sociedad se han desarrollado en ambientes familiares con riesgos por las carencias inherentes a esta problemática. Embarazo no deseado, es igual a padres disfuncionales, familia disfuncional, pobreza patrimonial no sólo económica sino afectiva, la mayoría con algún tipo de violencia familiar.  Es una problemática que refleja con claridad el fracaso de la educación sexual del joven, mas en el eje de aprendizaje relacionados con el libre disfrute de la sexualidad con el uso adecuado de las técnicas y métodos anticonceptivos.
 
En relación al abuso sexual, seguimos conmocionándonos sólo por las tragedias de violación,  que comunican las redes sociales, cuando en estricto sentido un abuso sexual se configura cuando se desarrollo una conducta contra la voluntad de la persona y esto como ya lo habíamos referido en este blog, es poco conocido y poco denunciado por las jóvenes, no sólo ante sus padres sino ante las autoridades, por los prejuicios y el estigma que genera, sumando más daño a las víctimas de este comportamiento criminal, que sigue siendo uno de los hechos generadores de daños en la salud mental y sexual, con sus secuelas de estrés postraumático y dificultades posteriores del ejercicio de la sexualidad de las personas. Es un tema poco investigado, en nuestra sociedad, es una de las aéreas de oportunidad, para los muchos académicos e investigadores de las aéreas médicas y psicosociales, cuyos resultados podrían fundamentar la atención integral y eficaz mediante la prevención y atención a las víctimas.
 
En relación a las enfermedades infecciosas denominadas de transmisión sexual (ETS), ya referimos en este blog, sobre la salud de los jóvenes, que en una de las principales causas de mortalidad sigue siendo las muertes por el SIDA, aunque existe como dato general que una de las tres primeras causas de consulta en los servicios de salud es por infecciones urinarias, puede ser que la mayoría corresponden a este grupo ETS. No existen cifras oficiales sobre la prevalencia de las principales ETS, como la gonorrea, sífilis, trichomoniasis, clamidias, etc..,  que en el pasado eran muy vigiladas sanitariamente, sus tratamientos difíciles, y que hoy generalmente padecen un subregistro, porque no son notificados los casos, y su tratamiento es más sencillo, aunque claro está en sus fases de contagio sin tratamiento, fácilmente se transmiten. Es otra área seria de investigación epidemiológica, que tenemos que afrontar como problema de salud pública.
 
No incluyo, otros problemas relacionados con las conductas sexuales que enfrentan los jóvenes, como las relacionados con la masturbación, los sueños de contenido sexual, sus fobias sexuales y las disfunciones sexuales derivadas de la mala educación sexual, que prevalece en la mayoría de los ambientes familiares, escolares y demás instituciones que tienen que ver con acciones para el bienestar y desarrollo humano, inmersas en el conservadurismo del siglo pasado que sigue prevaleciendo en nuestro estado, cuna de las resistencias de los poderosos empresarios contra la integración de la educación sexual en los procesos educativos de todos los niveles, generando ciudadanos y profesionistas  inmersos en la ignorancia y los prejuicios, lo más lamentable es que entre estos destaquen todavía médicos, psicólogos y educadores.
 

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