Siguiendo con el tema de las ciencias y los políticos, resulta que reaparece el ignominioso ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, expresando en una conferencia magistral en la Universidad de Harvard, la semana pasada, que nuestro país padece de la inseguridad, injusticia e insuficiente crecimiento económico, soslayando su responsabilidad de su gobierno, en la generación de las bases de sus modelos económicos-políticos inmersos en el neoliberalismo, como los generadores de las crisis económicas recurrentes, que nos han precarizado financieramente a los mexicanos, sobre todo la que nos llevo al finalizar su mandato, en 1994, con el Zedillismo que lo sustituyo como presidente de nuestra patria.
No dice nada de la corrupción imperante, si acaso sólo hace referencia a la falta de transparencia, como el padecimiento mas grave que ha llegado a liquidar los principios y valores básicos de la ética en el desempeño de los gobernantes y funcionarios, tal parece que los últimos acontecimientos relacionados con los gobernantes perseguidos por delincuentes, se integran a su percepción de "política ficción", como denomina realidades evidenciadas de sus conductas políticas perversas.
Menos dice, de como es que él y sus funcionarios, que ostentaban altos grados académicos de las universidades mas prestigiosas del mundo, predominando los doctorados y sus maestrías, no lograron construir las bases económicas, sociales, culturales y políticas que generaran los mas altos niveles de desarrollo humano de las y los mexicanos, sobre todo que eliminaran las lacras de la pobreza y disminuyeran la brechas de desigualdad económica; mucho menos asume su responsabilidad, desde sus funciones como responsable de estas políticas, en la Secretaria de Programación y Presupuesto, desde el gobierno de Miguel de la Madrid y luego en su sexenio como presidente de México.
Desde entonces el mal que padecemos en México ha sido, paradójicamente, que los funcionarios con los mas altos grados académicos, han sido los responsables de no integrar cabalmente la sabiduría de las ciencias en sus planes y programas, pero sobre todo en sus decisiones dirigidos a solucionar los grandes problemas nacionales, como los que señala CSG. Sus conocimientos científicos simple y llanamente son desdeñados y subordinados a los intereses económicos y políticos de las mafias del poder al servicio del capitalismo neoliberal, no sólo de nuestro país sino internacional que los prohíja, integrándose a la corrupción, con sus riquezas mal habidas que hoy les caracteriza.
Desde entonces el mal que padecemos en México ha sido, paradójicamente, que los funcionarios con los mas altos grados académicos, han sido los responsables de no integrar cabalmente la sabiduría de las ciencias en sus planes y programas, pero sobre todo en sus decisiones dirigidos a solucionar los grandes problemas nacionales, como los que señala CSG. Sus conocimientos científicos simple y llanamente son desdeñados y subordinados a los intereses económicos y políticos de las mafias del poder al servicio del capitalismo neoliberal, no sólo de nuestro país sino internacional que los prohíja, integrándose a la corrupción, con sus riquezas mal habidas que hoy les caracteriza.
Resulta que en todo este tiempo, a todos estos tecnócratas y sus excelsos grados académicos, no sólo no les importo resolver esos tres grandes problemas, que señala CSG, sino además se negaron a impulsar la inversión financiera básica del estado en educación, salud y las ciencias, acorde con las políticas de desmentalamiento del estado de bienestar, que el neoliberalismo capitalista impulso a nivel mundial en su dios mercado, se trataba además de evitar el desarrollo de las capacidades del pensar, de razonar, de crear, que genera el conocer, el saber, que hace menos proclive a la manipulación y explotación de las personas, sobre todo en sus decisiones políticas en tiempos de elecciones, con sus clientelismos y sus corporativismos, su prioridad fue mantener una sociedad individualista, dirigida al hiperconsumo, inmersa en el mercantilismo deshumanizante, liquidar los valores éticos esenciales, obstaculizar la cultura democrática, las libertades y la justicia.
El ejemplo mas patético de estos políticos doctorados, que hace días vivimos, fue la ostentación soberbia que hace el ex gobernador de Veracruz Javier Duarte, como doctor en economía, ante un juez guatemalteco, que lo procesa para ser extraditado a nuestro país, para ser procesado por actos delincuentiles inmersos en la corrupción; su "doctorado" no sólo lo llevo a ser uno de los mas malos gobernantes del país, sino a ingeniárselas para usar su sabiduría para crear una red de complicidades dedicados a simular, mentir y robar, donde el hecho mas criminal fue reportar el uso de medicamentos anticancerosos en niños, cuyo contenido era sólo agua esterilizada.
Bueno hasta el ex gobernador del estado de Coahuila Humberto Moreira, acusado de robar miles de millones durante su mandato, con impunidad de del pripanismo, destaca sus altos grados académicos, de maestría y doctorado y hasta una especialidad de psicología infantil, en un video que hace circular en la red, en esta semana, en defensa de las supuestas "calumnias" que el ex presidente Felipe Calderón le expresa por sus corruptelas, el colmo es el uso de los diagnósticos que le etiqueta por sus doctos conocimientos, derivados de sus grados académicos.
Son políticos que han mal usado sus grados académicos integrándolos al narcisismo maligno que padecen en el seno de sus personalidades, convirtiéndose en una gran amenaza contra el desarrollo social y humano de nuestras sociedades, pero sobre todo de la sobrevivencia de nuestro planeta.
Bueno hasta el ex gobernador del estado de Coahuila Humberto Moreira, acusado de robar miles de millones durante su mandato, con impunidad de del pripanismo, destaca sus altos grados académicos, de maestría y doctorado y hasta una especialidad de psicología infantil, en un video que hace circular en la red, en esta semana, en defensa de las supuestas "calumnias" que el ex presidente Felipe Calderón le expresa por sus corruptelas, el colmo es el uso de los diagnósticos que le etiqueta por sus doctos conocimientos, derivados de sus grados académicos.
Son políticos que han mal usado sus grados académicos integrándolos al narcisismo maligno que padecen en el seno de sus personalidades, convirtiéndose en una gran amenaza contra el desarrollo social y humano de nuestras sociedades, pero sobre todo de la sobrevivencia de nuestro planeta.
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