jueves, 28 de febrero de 2019

MORAL Y SALUD MENTAL

El desarrollo de la moral, su integración en la conciencia y en el seno de la personalidad de los habitantes, esta correlacionado con el grado de desarrollo emocional, cognoscitivo, afectivo y espiritual,que las personas adquieren en su evolución humana, constituye uno de los ideales del ser, en las personas saludables, que intentan lograr los más altos niveles de desarrollo humano y social.
 
No basta con sólo conocer las normas, reglas, principios y valores de las concepciones que la sociedad desarrolla y promueve para que sirvan de modelo de conducta estableciendo lo que está bien o está mal relativo a la conducta humana, el desarrollo del modo de pensar y la evolución de los modos típicos de razonamiento moral, está definido en los procesos mentales que se inician desde el nacimiento de las personas. Los pioneros en el estudio del desarrollo de la moral, fueron Jean Piaget, primero en el marco de sus teorías del desarrollo cognitivo y luego Lawrence Kohlberg con su teoría del desarrollo moral donde aborda la evolución de los modos típicos de razonamiento moral, definiendo 6 etapas del desarrollo moral en las personas. Tanto en la teoría de Kohlberg como en la de Piaget hay una idea básica: el desarrollo del modo de pensar va de unos procesos mentales muy centrados en lo concreto y lo directamente observable hasta lo abstracto y más general, donde la curiosidad por aprender, es uno de los principales motores del desarrollo mental a lo largo de las distintas fases de la vida, ambos estudiaron las normas y reglas que podían observarse en el pensamiento humano en lo relativo a la moral.

Kohlberg refiere que desear el bien se va haciendo cada vez más grande hasta el punto de incluir a quienes no hemos visto ni conocemos, así el círculo ético cada vez se va haciendo más extenso e inclusivo, donde lo  que importa no es tanto la expansión gradual de este, sino los cambios cualitativos que se producen en el desarrollo moral de una persona a medida que va evolucionando.Así se iniciala primera etapa de su teoría que define como “Moral preconvencional, entre los 4 y los 11 años de edad, que se caracteriza porque las personas actúan bajo controles externos, obedeciendo las reglas para evitar castigos y obtener recompensas o por egoísmo, luego en la segunda etapa, luego en la segunda etapa esta la Moral convencional, donde el nivel de juicio moral suele surgir a partir de la adolescencia, es la moral que la mayoría de personas poseen, y consiste en un enfoque desde la perspectiva de uno mismo como miembro de una sociedad, es decir, se tiene en cuenta lo socialmente esperado y se da la preocupación y conciencia sociales. En ella se toma en consideración la voluntad de la sociedad reflejada en la ley: lo correcto es la obediencia a la norma, no por temor al castigo sino por la creencia de que la ley mantiene el orden social, por lo que no debe transgredirse a menos que haya un motivo que lo exija.”La tercera etapa la denomina como Moral postconvencional, que debe prevalecer en los adultos, “el desarrollo moral consiste en un enfoque desde una perspectiva superior a la sociedad. La persona que llegue a este nivel ve más allá de las normas de su propia comunidad, llegando a los principios en los que se basa cualquier sociedad buena.” En la quinta etapa se trata de la etapa de la "orientación del contrato social". Las personas piensan en términos racionales, valoran la voluntad de la mayoría y el bienestar de la sociedad. Las leyes que comprometen los derechos humanos o la dignidad son consideradas injustas y merecen desafío. Sin embargo, la obediencia a la ley se sigue considerando mejor para la sociedad a largo plazo. Finalmente en la sexta etapa del desarrollo moral según Kohlberg es la de "moralidad de principios éticos universales” El individuo define el bien y el mal basado en principios éticos elegidos por él mismo, de su propia conciencia. Se basan en normas abstractas de justicia y respeto por todos los seres humanos que trascienden cualquier ley o contrato social. Se actúa de acuerdo a normas interiorizadas y se actuará mal si se va en contra de estos principios.
Todo este proceso de integración de la moral no sólo depende del grado de integración del conocimiento por las personas, sobre las normas, las leyes, los contratos, principios y valores existentes de acuerdo con el desarrollo histórico, cultural, político, económico, social y de las ciencias, sino además del estado que guarda su salud mental y la de nuestras sociedades, donde principalmente las alteraciones emocionales, mentales y de la personalidad, obstaculizan el ejercicio de los liderazgos en los diferentes ámbitos, políticos, religiosos, empresariales, laborales, académicos, científicos, que fortalezcan y fomenten las conductas promotoras de  en la conciencia y convicciones de hacer el bien común, como dirían los clásicos griegos sobre el valor supremo integrado en la ética humanista.

lunes, 18 de febrero de 2019

ATENDER LA VIOLENCIA DESDE LA SALUD PÚBLICA

Vivimos en México las lacras de la violencia e inseguridad, que se han incrementado en los últimos sexenios, generadoras de homicidios, secuestros, feminicidios, desparecidos,  levantones, robos con violencia a las personas, casas y negocios, de vehículos, extorsiones, lesiones dolosas y episodios de violencia familiar, escolar y laboral, en distintos grados cuya prevalencia, puede seguir incrementándose, si no se modifica el paradigma de atención preventiva, en el cual actualmente se hace énfasis de su dependencia del  sistema de justicia penal.

Desde hace 17 años, a principios de este siglo, el documento Informe sobre la Violencia de la Organización Mundial de la Salud 2002, ha estado haciendo el llamado para que “la salud pública, desempeñe un papel mucho más amplio y aglutinador en la lucha contra la violencia, superando el papel asignado al sector de la salud,  sólo en el tratamiento y la rehabilitación de las víctimas y refiriendo que la estrategia planteada desde la salud pública no reemplaza a las respuestas que la justicia penal y los derechos humanos dan a la violencia, sino que  complementa sus actividades y les ofrece más instrumentos y fuentes de colaboración.”
Los expertos concluyen,  la urgente necesidad de invertir en prevención, especialmente en actividades de prevención primaria, que operan antes de que lleguen a producirse los problemas de la violencia, para la cual  definen las siguientes categorías: 1. La Violencia Interpersonal que son los actos violentos cometidos por un individuo o un pequeño grupo de individuos, comprende la violencia juvenil, la violencia contra la pareja, otras formas de violencia familiar, como los maltratos de niños o ancianos, las violaciones y las agresiones sexuales por parte de extraños y la violencia en entornos institucionales como las escuelas, los lugares de   trabajo, los hogares de ancianos, los centros penitenciarios o de readaptación social. 2. laViolencia Autoinfligida, comprende el suicidio que se haincrementado, alarmándonos las tasas de suicidio en la población de edad comprendida entre los 15 y los 44 años, que constituyen la cuarta causa de muerte y la sexta causa de mala salud y discapacidad; finalmente, 3. la Violencia Colectiva, definida como el uso instrumental de la violencia por personas que se identifican a sí mismas como miembros de un grupo, frente a otro grupo o conjunto de individuos, con el fin de lograr objetivos políticos, económicos o sociales, comprende los conflictos armados dentro de los Estados o entre ellos, actos de violencia perpetrados por los estados (por ejemplo, genocidio, represión y otras violaciones de los derechos humanos); terrorismo; y crimen organizado; otras son objeto de violaciones o torturas, actos violentos éstos que a menudo se utilizan como armas  para desmoralizar a las comunidades y destruir sus estructuras sociales.

En México, ha sido la violencia del crimen organizado, la que ha incrementado el problema de la violencia en nuestra sociedad, sin duda, fue por la absurda guerra declarada contra la delincuencia, que inicio en el 2006, el gobierno de Felipe Calderón y que le dio continuidad el gobierno de Enrique Peña Nieto, llegando a distinguirnos como uno de los países más violentos en el mundo. Sin embargo esta violencia colectiva se sumó a las estadísticas de violencia familiar, de género y de violencia auto infligida como el suicidio, que venían incrementándose desde principios de este milenio. Las condiciones que facilitaron la aparición de estos fenómenos,  principalmente fueron  las estructuras sociopolíticas y económicas y sus modelos de gobernabilidad del régimen de oprobio que combatimos, con sus lacras de corrupción, injusticia y estrategias represoras, generadoras de graves desigualdades,subsumiendo a la mayoría de la población en la marginación y la pobreza.

Andrés Manuel López Obrador, ha iniciado con las estrategias gubernamentales para superar los factores de riesgo que derivan del desarrollo económico y social, en especial la adopción de medidas que acaben con la corrupción y la impunidad que prevalece en el país. Sus posturas políticas generaran condiciones para lograr los satisfactores mínimos del bienestar de la mayoría de la población, disminuyendo la pobreza y el hambre, que en el pasado se sumaban a la frustración social y política, con la identidad social amenazada y modos insuficientes de gestión de sus conflictos, prevaleciendo la desigualdad y percepción de injusticia. Lo anterior hace que nos acerquemos a las vías de trabajo de fondo, en cualquier sociedad, que logran prevenir la violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, política, colectiva, de género, familiar, infantil, escolar, etc., donde no basta la conmoción reactiva ante las cifras estadísticas elevadas, que año tras año, se incrementan y las tragedias derivadas como ha sucedido con las feminicidios y asesinatos colectivos de los últimos años.
Sin embargo en el debate nacional sigue prevaleciendo las respuestas de las políticas públicas contra la violencia, de la procuración de justicia, los organismos responsables de la seguridad, policiacos y militares, así como los organismos defensores de los derechos humanos y no se integra, como problema de salud pública, ni en el proyecto del Plan Nacional de Salud 2018-2014, que ha propuesto el Dr. Jorge Alcocer, Secretario de Salud, a pesar de que el eje fundamental que se propone en las políticas de salud pública, es la prevención en el marco de un modelo de atención integral, holístico a los problemas de salud.

En un modelo holístico de atención a la violencia los ejes de trabajo, que recomendamos la mayoría de los profesionistas de las ciencias sociales y de la salud son: la promoción de la igualdad, la justicia y la dignidad de las personas, el fomento de la tolerancia y el respeto al otro, la potenciación de la responsabilidad individual y colectiva, frente a la situación actual de difusión social de la responsabilidad, la facilitación de un enfoque constructivo en la solución de conflictos, la reducción de la disonancia cognitivo-emocional, en las creencias étnicas y políticas; la reducción de los procesos de justificación moral de la violencia y de la utilización de eufemismos al referirse a ella, el  fomento de conductas pro-sociales en las escuelas y en las instituciones de la sociedad; la promoción de políticas de perdón y de reconciliación; manejo positivo de las emociones inter-grupales; la reducción de la incertidumbre y el desconocimiento entre los miembros de grupos étnica e ideológicamente diferentes.
Desde la salud pública, se tienen que  hacer frente a los factores de riesgo individuales y adoptar medidas encaminadas a fomentar actitudes y comportamientos  saludables, en los niños y los jóvenes durante su desarrollo y a modificar  actitudes y comportamientos en los individuos que ya se han vuelto violentos o corren riesgo de atentar contra sí  mismos. Influir en las relaciones personales más cercanas y trabajar para crear entornos familiares saludables, así como brindar ayuda profesional y apoyo a las familias disfuncionales. Vigilar los lugares públicos así como a concienciar a la población sobre la violencia, fomentar las actuaciones comunitarias y asegurar la asistencia y el apoyo a las víctimas, hacer frente a las desigualdades entre los sexos y a las actitudes y prácticas culturales adversas.

Las diferentes formas de violencia comparten numerosos factores de riesgo subyacentes comunes, algunos consisten en características psíquicas y del comportamiento, como un escaso control de impulsos, emociones, como la ira, una baja autoestima, trastornos de la personalidad y la conducta. Influyen también problemas psiquiátricos, como la depresión y otros trastornos anímicos, la ansiedad, la esquizofrenia, trastorno bipolar o un sentimiento general de desesperanza. Otros como el suicido, están ligados a experiencias, como carencias afectivas, falta de lazos emocionales y de apoyo, el contacto temprano con la violencia en el hogar  y las historias familiares o personales marcadas por divorcios o separaciones.

La violencia es un problema polifacético, para el que no existe una solución sencilla o única, antes bien es necesario actuar simultáneamente en varios niveles y en múltiples sectores de la sociedad para prevenirla, Como vemos son ámbitos de la conducta humana que sólo logran integrarse en individuos cultivadores y promotores de la salud mental, de conformidad con la conceptualización, que los expertos en salud mental de la OMS han consensado y que desde este milenio, luchamos por su integración y que se concreticen en planes y programas de salud mental para nuestros estados.
Como podemos darnos cuenta existe una fuerte interrelación primaria entre la violencia, la salud pública y la salud mental, si queremos superar enfoques reduccionistas y con ello estar intentando tratamientos sintomáticos a problemas que requieren atención a sus raíces, la única forma es desarrollar planes y programas de salud pública dirigidos a fortalecer las acciones de prevención y fomento de la salud mental con una visión integral que atienda la multifactoriedad de estos problemas psicosociales como el comportamiento violento.

Reproducir modelos de atención, sin atender nuestra realidad social, cultural, económica, política y los avances del conocimiento científico, sólo sirve para fomentar la simulación y con ello la ineficiencia de las acciones en estos problemas psicosociales.

sábado, 9 de febrero de 2019

LOS ABUSOS DE INTERNET, REDES SOCIALE S Y LA SALUD MENTAL


Desde hace más de diez años la OMS, comenzó a considerar los desórdenes, que generaban en la salud, los abusos en el uso de dispositivos electrónicos, sobre todo de los juegos digitales y ha llegado a reconocer oficialmente este como uno de los trastornos en el Manual Diagnostico ICD-11, que está próximo a utilizarse mundialmente. El manual establece que “Este trastorno se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego "continuo o recurrente" y lo vincula a tres condiciones negativas producidas por el abuso de las juegos digitales: En primer lugar, está la pérdida de control de la conducta en cuanto al inicio, frecuencia, intensidad, duración, finalización y contexto en que se juego. En segundo lugar, también produce un aumento de la prioridad que se otorga a los juegos frente a otros intereses vitales y actividades diarias, finalmente. El tercer aspecto dice la relación con la escalada o mantención de esta conducta, pese a la ocurrencia de las otras dos consecuencias negativas.”

Sin embargo, esta adicción a los juegos digitales, es sólo uno de los problemas del comportamiento, con sus consecuencias sobre la salud de las personas, en los usos del internet y las redes sociales, que en los últimos meses ha estado alertando a la comunidad, por el incremento de casos, donde se convierten en factores determinantes de problemas emocionales, de conducta, procesos de aprendizaje de niños, adolescentes y hasta jóvenes, asociados a la prevaleciente  depresión, ansiedad y  violencia que hoy  amenaza nuestro bienestar, la paz y la felicidad que anhelamos.

Un estudio de 2017 de la Royal Society of Public Health de Reino Unido, con 1.500 jóvenes de 11 a 25 años, concluyó que el abuso de las redes sociales, con mayor probabilidad inspiraban sentimientos de ansiedad y de ser inadecuado. Las redes sociales ahora están "intrínsecamente vinculadas a la salud mental". Los problemas son variados y complejos: van desde la adicción a las plataformas de juego y a las redes sociales hasta el ciberacoso, pasando por la incidencia de sentimientos de ser inadecuado, causados por el bombardeo constante de imágenes de las vidas de otras personas.

Quien sufre adicción a las redes sociales, consulta de forma compulsiva cualquier detalle, dejando en un segundo plano la realidad directa del día a día, presenta alteración de los hábitos de sueño, descanso, alimentación y excreción. La tendencia de vivir pegado a una pantalla, altera el ritmo de vida en factores tan esenciales, por ejemplo, comer apresurado o la costumbre de consultar el teléfono por la noche, que retrasa la hora del sueño o interrumpe el descanso nocturno. La persona tiene distorsión de la realidad, se comporta como si el teléfono móvil, fuese una prolongación de su ser tan importante como una parte de su propio organismo, le produce una pérdida de intimidad, llega a la conclusión de que un momento es más feliz, si lo comparte en la red con los demás, pierde la privacidad. Como consecuencia de esta pérdida de la esfera de la intimidad, quienes sufren adicción a Internet pierden el control de aquella información que comparten de sí mismos, es decir, no se dan cuenta de la cantidad de datos sobre su propia vida que facilitan a los demás, con personas que no conoce, que falsamente etiqueta como amigos, Las redes sociales están marcadas por la interacción constante inmersas en emociones, frivolidades, trivialidades y mentiras, con sus pretensiones manipuladoras y de engaños, su exceso de actividad queda en el plano de la superficialidad, que deja tras de sí, una inmensa sensación de vacío ante la alta demanda emocional de reconocimiento ajeno.

Otro  Estudio realizado por las universidades de Stanford y de Nueva York denominado  “The Walfare effects of Social Media”,  realizado el año pasado en el que participaron 2844, usuarios de Facebook,  fue concluyente,  en demostrar que cerrar esa cuenta mejora el bienestar de las personas, encontró que la reducción del tiempo de uso de las redes, incremento el tiempo para socializar con  la familia, los amigos y aminoro el conocimiento de noticias sobre las polarizaciones políticas. Las mejoras subjetivas sobre el bienestar, en particular sobre la felicidad, la satisfacción con la vida, disminuyendo depresión y ansiedades en las personas.

Los abusos de las redes de internet se seguirán incrementando si no disminuimos el tiempo  de uso, sólo hoy el 67% dela  población mundial son usuarios de móviles en todo el mundo con un promedio de usos de redes de más del 42%, cifras que sin duda seguirán aumentando

Evitar el uso abusivo de las redes sociales, con sus adicciones y toxicidades que generan daño no sólo en la salud mental, sino en el desarrollo humano y social de nuestros países es uno de los grandes problemas que tenemos que solucionar.   

lunes, 4 de febrero de 2019

MAL INICIO EN LA DESIGANCION DE DELEGADOS DE AMLO EN NUEVO LEÓN


La pasada semana, sin un proceso de construcción para su designación, acorde a los principios y valores que del nuevo régimen que encabeza nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador y el programa político de nuestro movimiento-partido, fue impuesto como delegado del IMSS en Nuevo León el Lic. Ricardo Canavati Hadjópulos, de inmediato la comisión coordinadora de la Sectorial de Médicos y Trabajadores de la salud de MORENA Nuevo León, refrendando nuestra postura de accionar ante los personajes oportunistas y corruptos, para mantener la defensa de nuestros principios, subsumiendo la ética, con disciplina y lealtad, promoviendo la honestidad, manteniendo la congruencia y la integridad en nuestras conductas políticas para lograr realidad el derecho a la salud y la construcción del sistema nacional de salud que garantice su ejercicio con calidad, en equidad y sin las lacras de la corrupción que han imperado en el ejercicio mercantilista, deshumanizante y el modelo curativo de la medicina, manifestamos nuestra denuncia con el siguiente texto:
 
COMUNICADO A LA CIUDADANIA, SIMPATIZANTES Y MILITANTES DE MORENA
En atención a la reprobación generalizada, que prevalece en el seno del sector médico de Nuevo León, por la designación del Lic. Ricardo Canavati Hadjópulos, como Delegado en Nuevo León del Instituto Mexicano del Seguro Social y analizando este hecho, en nuestra reunión el pasado 31 de enero,por acuerdo unánime de la comisión coordinadora de la Sectorial de Médicos y Trabajadores de la Salud de Morena en Nuevo León manifestamos nuestro absoluto rechazo por los siguientes motivos:
1. Carece del perfil profesional y político, cabalmente requerido para el desempeño de esta trascendente función, su experiencia es limitada sobre desempeños directivos y operativos en las instituciones de seguridad social y de salud pública, más en política social de salud.
 
2. Tiene claros antecedentes de colaboracionismo con el régimen de oprobio, que pretendemos acabar, con sus desempeños, beneficiando a las redes pripanistas del poder, fue Director del Seguro Popular en Nuevo León, Subdirector de Planeación en Banobras y fue Coordinador de Delegaciones de la zona Norte en INFONAVIT, del gobierno de Enrique Peña Nieto, cuyos directivos están en proceso de investigación por actos corruptos.
3. Porque transgrede los valores y principios que enarbolamos en este proceso de la Cuarta Transformación, donde la probidad de los funcionarios es exigida y los nombramientos deben ser alejados del influyentismo y el amiguismo, lejos de las mafias delos mafiosos grupos de poder, que pretendemos erradicar.
4. Su designación no fue producto de un proceso de consulta, donde prevaleciera la meritocracia e incluyeran los mejores perfiles de funcionarios, ex.-funcionarios y trabajadores del IMSS, acorde n la identidad y convicciones con el programa político que enarbolamos en esta Cuarta Transformación.
Alertamos, que esta forma de hacer designaciones de cargos del gobierno federal, que encabeza nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, ponen en riesgo la transformación necesaria de las instituciones, en este caso,  el éxito de las políticas del sector salud, en marcha, que tenemos que hacer realidad para lograr el ejercicio incondicional del derecho a la salud, para todas y todos los mexicanos.
Monterrey, N.L. a 1 de febrero del 2019
FRATERNALMENTE:
DR. RICARDO AGUILAR CÁRDENAS, DR. JUAN ANTONIO LIMON RODRIGUEZ, DR. JUAN PABLO DAVILA HERNANDEZ,  DRA. HELEN NERY LLANOS, DR. ROGELIO HERNANDEZ NUÑEZ, DR. JORGERUBEN GARZA TREVIÑO, DR. SALVADOR OROZCO LINARES, DR. JESUS SANTOS MARTINEZ ELIZONDO, DR. JOB CORTEZ ORDOÑEZ Y DR. ARNULFO MENDOZA ALEJANDRO.
 
 

 
 
  

domingo, 27 de enero de 2019

EN MORENA: SIN CABAL INSTITUCIONALIDAD NO HABRA 4ª-TRANSFORMACION


Una de las lacras políticas que adoptamos, no sólo en la construcción de nuestro movimiento partido, sino mayormente, para asegurar la victoria por la vía electoral, sin violencia, pacíficamente, para lograr el poder presidencial y legislativo, en México, fue el pragmatismo, con sus lastres del influyentismo, clientelismo, corporativismo y sectarismo, transgresores de la democracia, los valores éticos y los principios fundamentales inmersos en nuestros documentos básicos.

Muchos de los que habíamos bregado por décadas, en las luchas opositoras, sobre todo con convicciones socialistas y liberales, estábamos claros que Morena sería el canal electoral, para decenas de millones de personas, que estaban en el hartazgo del régimen de oprobio y sus políticas neoliberales, convergiendo en destruirla, para construir una sociedad plenamente libre, democrática y donde imperara la justicia.

En Nuevo León y en muchas partes del país, ese prgamatismo se integró, en el 2012, en la tarea de  lograr, a como diera lugar, las asambleas constitutivas en los diferentes niveles, locales, federales, municipales y estatales. Así sin los quórums exigidos, menos la conciencia y convicciones cultivadas con la información y sus integradas identidades ideológico-políticas, iniciamos con una incipiente militancia, inmersa en el sistema de valores y creencias de la subcultura política de los partidos, al servicio de ese régimen, con las lacras del grupismo faccioso, sectario, subordinando intereses personales, con ambiciones y voracidades por el poder, muchos sin  escrúpulos, propio de los vivales de la politiquería.

Luego, además de prevalecer lo anterior, en las siguientes asambleas del partido, en el 2015, ya constituidos como partido político nacional, fue la imposición de la mayoría de candidatos y candidatas en el pasado proceso electoral del 2018, aprovechando la cuestionable alianza partidista “Juntos Haremos Historia”, cabalgaron personajes oportunistas, sin militancia, ni convicciones revolucionarias opositoras, con antecedentes, letales de nuestros principios, por sus activismos políticos partidistas inmersos en la corrupción al servicio de los gobernantes y las mafias del poder, a contentillo del régimen que por décadas hemos estado combatiendo.

Carentes de esa cabal institucionalidad, los militantes de MORENA seguimos sin desempeñar las responsabilidades como partido en el poder, dispersos, sin unidad, desinformados, sin transparencia, plan de acción, menos con escenarios de democracia participativa interna, con una perversa estrategia, de no lograr el funcionamiento de los órganos de dirección y conducción política, asfixiados por el mal del centralismo autoritario, ejercido por la dirección nacional del partido, sin liderazgos trascendentes, pusilánimes, con una impunidad descarada, prevaleciente en algunos dirigentes y militantes, además con funcionarios de partido, como los diputados de nuestro grupo legislativo en el congreso del estado, ejerciendo conductas políticas transgresoras de nuestros principios y programa político.

No se diga de las amenazas que en prospectiva representan, para nuestra propuesta revolucionaria de la Cuarta transformación, la integración de funcionarios, que ha iniciado en las instituciones y dependencias de la administración pública federal en el estado, algunos sin el perfil, sin convicciones ni conciencia política, con los principios e ideales de nuestro movimiento, ex priistas, panistas y oportunistas, que sólo se han apropiado del discurso anticorrupción y que no debemos olvidar su papel en el régimen de oprobio, porque sus cambios son sólo máscaras, para seguir ejerciendo sus virtudes del oportunista gatopradismo,  fortaleciéndose como nuestros adversarios de partido.

Ahora resulta que los grandes capitalistas y ex líderes del PRIAN que antes se nos oponían ferozmente. se han convertido en los oportunistas transformistas, que hoy en nombre de Morena, no solo en nuestro partido, sino en las instituciones, quieren imponer sus intereses, lo que obstaculizara los intentos reformistas, democratizadores y modernizadores de nuestro movimiento.

Ese pragmatismo ha sido una amenaza letal que ha obstaculizado el funcionamiento organizado, institucional, inmerso en el funcionamiento responsable, apegado a las convicciones revolucionarias, transformadoras, contenidas en nuestros documentos básicos, que acordamos como la esencia de nuestro ser político en este movimiento, que iniciamos, desde principios de este siglo y donde coincidimos con AMLO y la mayoría de los dirigentes nacionales, para darle continuidad en este frente de batalla, los que desde el siglo pasado, bregamos en las luchas y movimientos sociales para acabar con el régimen de oprobio que hoy estamos iniciando.

Morena tiene que volverse ya, un partido político formal donde el funcionamiento institucional sea cabal, organizado, sin simulaciones, congruente con su programa, valores y principios, este es el eje fundamental de las exitosas transformaciones revolucionarias históricas, este es el principal reto para lograr que nuestro Proyecto Alternativo de Nación se haga realidad, solo así lograremos encauzar las formas de representación que refuercen el pluralismo alcanzado, además de ser capaces de otorgar flexibilidad y firmeza a las nuevas formas del intercambio político y el ejercicio del mando que la Cuarta Transformación exige.




viernes, 18 de enero de 2019

SALUD MENTAL Y LOS MEDIOS DE COMUNICACION

Los avances en políticas de salud mental en nuestras sociedades, que se han venido fortaleciendo con la implementación de leyes, programas y algunas mejoras en el financiamiento sobre este rubro, deben complementarse con cambios necesarios en los medios de comunicación, en sus formas de ver e interpretar los hechos que integran sus contenidos informativos, donde contextualizan la enfermedad mental.
 
El gran poder que ejercen los medios de comunicación, influyendo en la percepción de la realidad de las personas, provocando emociones, conductas, creencias y juicios sobre la interpretación del mundo que nos rodea, es uno de los factores determinantes de los comportamientos saludables en las relaciones humanas, que lamentablemente en México, como en muchos países del mundo, siguen transmitiendo explícita, abrupta y en forma sutil, la imagen errónea y negativa de la enfermedad mental, contribuyendo a perpetuar estereotipos, prejuicios y falsas creencias, lejos de la realidad, que impone el conocimiento científico, que perjudica de manera directa a los derechos de las personas con problemas de salud mental y a su entorno.

Es frecuente en sus contenidos de noticias y reportajes, de sus barras informativas, que en los hechos, donde existe presunción de responsabilidad de un enfermo psiquiátrico, suelen en sus titulares, sintetizar la información de manera incorrecta, simplista, con un carácter alarmista y morboso, sobre todo cuando ha existido violencia, como sucedió en los hechos trágicos de un colegio privado, de nuestro estado, donde un adolescente balaceo, lesionando a compañeros y asesinando a su maestra, incriminado prematuramente, de tener un trastorno psiquiátrico. Este tipo de noticias, por su efecto de correlación ilusoria, hace que se perpetúen ideas, como que las personas con un trastorno mental son violentas, agresivas y peligrosas, y que actúan de forma irracional, lo que está comprobado que es falso. En otros casos se confunden las causas reales de una agresión o conducta violenta relegándola a un problema psiquiátrico cuando muy probablemente sea debido a problemas socio-económicos, violencia de género, educacionales, etc.
Otra forma es la perpetuación de prejuicios y concepciones erróneas, como cuando se refieren a estadísticas de prevalencia de las enfermedades mentales o en los casos que presentan, intitulan el padecimiento y su contenido noticioso no contribuye para normalizar la imagen de la enfermedad mental, reproduciendo prejuicios de incapacidades y la visión estigmatizadora de la enfermedad mental, son noticias donde el periodista, parece no haberse documentado, ni que haya recurrido a distintas fuentes de información como seguramente haría con cualquier otra temática. También es frecuente el uso inapropiado de términos del ámbito de salud mental en otros contextos, como cuando existen noticias que no hacen referencia directa a la salud mental, especialmente en artículos de opinión o en sección de deportes y cultura (donde la línea divisoria entre información y opinión no es tan precisa), usan elementos y terminología psiquiátrica para describir situaciones, personas o cosas que no tienen nada que ver. Por ejemplo, en el caso de la esquizofrenia, se usa a menudo para adjetivar una situación caótica, irracional, extravagante expresiones como “es esquizofrénico lo que propone el gobernante” o “se está generando psicosis, es una verdadera locura por las compras..”. Desde hace algunas décadas se ha integrado el uso inadecuado del Trastorno Bipolar, donde los comportamientos impulsivos inmersos en cambios en el estado de ánimo de artistas, deportistas y políticos, son dirigidos a descalificarlos y etiquetarlos en perversos propósitos. En estos casos, el uso inapropiado y peyorativo de estos términos hace que las personas que sufren estos trastornos puedan sentirse ultrajadas, a la vez que en muchas ocasiones contribuye a perjudicar la imagen social de las personas con un trastorno mental. Ni que decir de las prevalecientes ilustraciones o imágenes presentadas, que de manera obscena aparecen en los medios, cuando abordan cualquier tópico relacionado con la enfermedad mental, donde aparecen personas que suelen presentarlos en actitudes pasivas, sin ningún tipo de interacción social, transmitiendo sensación de lástima, soledad, aislamiento, con la mirada perdida, tendidos en el suelo tapándose la cara o en largos pasillos

En suma, los medios de comunicación tienen que dejar de utilizar los términos ofensivos, inexactos y anticuados, que perpetúan la ignorancia y conducen al estigma: enfermo mental, trastornado, perturbado, psicópata, loco; que etiquetan a los individuos sustantivando su condición: esquizofrénico, depresivo, maníaco, anoréxica, psicótico, bipolar, etc... Los términos que enfatizan la parte negativa y condiciones severas: enfermedades mentales/psiquiátricas, así como los ofensivos: manicomio, psiquiátrico, que contribuyen a la estigmatización: reclusión, internamiento, encierro. No debe haber más titulares alarmantes o morbosos que incluyen el tema de salud mental de manera gratuita para captar la atención del lector, no mencionar los problemas de salud mental, si éstos no son relevantes para la correcta comprensión del hecho noticioso. Evitar las Imágenes que transmitan discapacidades, aislamiento social, improductividad o que despierten compasión o rechazo, evitar aquellas informaciones, que hayan perjudicado los derechos de las personas o asociaciones del ámbito de la salud mental o su imagen pública; omitir información o proporcionar información sesgada, que perpetúe falsos vínculos entre enfermedad mental y conductas violentas o ilegales; dejar de usar términos psiquiátricos como adjetivos en otros contextos: esquizofrénico, paranoico, depresivo, anoréxico, etc.
El poder de los medios para mantener y perpetuar concepciones erróneas es una realidad, que tenemos que corregir para lograr mejorar la salud mental de nuestros habitantes y los más altos niveles de desarrollo humano y social de nuestros estados.

domingo, 13 de enero de 2019

ELIMINAR EL NEOLIBERALISMO DE LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS EN MEXICO

Desde los años sesentas, del siglo pasado, cuando estábamos inmersos en el activismo por lograr la Autonomía real de nuestras universidades públicas, desarticulándolas de sus dependencias de los gobernantes del poder ejecutivo, quienes imponían rectores, directores y definían los modelos administrativos y académicos, que debían prevalecer en las funciones sociales, culturales, de enseñanza e  investigación científica, enarbolábamos también, la lucha por la construcción de una universidad pública, que se desempeñara plenamente, donde prevaleciera su función social y cultural, para lograr los más altos niveles de desarrollo social y humano de nuestro pueblo, con la libertad de catedra, la participación democrática, la equidad y los procesos de autogestión como ejes de solución para la solución de los problemas de los universitarios.

Impulsábamos la reforma de la universidad, que decíamos debía ser democrática, científica y humanista. Las actividades de la universidad deben ser: la investigadora, la docente, la de extensión universitaria y la de labor social. Las funciones de la universidad han de ser: históricas ( en la transformación y conservación del acervo de conocimientos científicos), formativas (al desarrollar en sus integrantes la conciencia metodológica y social que permite la libre determinación del pensamiento), sociales (en cuanto concierte el trabajo individual en una profesión, que ha de considerarse como labor social), cognoscitivas (en cuanto hace del conocimiento verdadero la meta principal de su actividad) y técnicas (en cuanto favorece la habilidad y el ejercicio del trabajo profesional.
Promovíamos que la universidad debería estar abierta a todas las corrientes del pensamiento, fomentando un dialogo constructivo dentro de la forma de comunicación y el respeto universitarios, como una intercomunicación de conciencias, hecha sobre la base del rigor cognoscitivo y metodológico, que permita la elevación del pensamiento y no se estanque en el simple juego caótico de las ideas o de la universidad sometida a las doctrinas dominantes, en turno, de acuerdo con las modas intelectuales o los intereses de grupos políticos dominantes.
Eran los tiempos, de lucha contra el sistema social que vivíamos, inmerso en el autoritarismo, la injusticia y las ausentes libertades con sus lacras de antidemocracia y sin el respeto mínimo al ejercicio de nuestros derechos humanos y sociales, donde predominaba el elitismo en las escuelas y facultades de las universidades, donde solo ingresaban, quienes según ellos eran los mejores estudiantes, con sus lacras de influyentismo y filtros económicos, con sus necesidades de recursos económicos exigentes de cuotas económicas, lejos del alcance de las clases bajas y medias, que sumado a sus políticas de bajo financiamiento, obstaculizaban el acceso a la educación preuniversitaria y a los grados de licenciatura con sus postgrados.

Fuimos estigmatizados como comunistas y en su guerra sucia, contra nuestra oposición al régimen, los gobernantes represores y los oligarcas, desarrollaron toda una estrategia de dominio y control, que los llevo a lograr simular el ejercicio de la autonomía universitaria, eliminando temporalmente los exámenes de selección, enarbolando nuestras demandas de modernidad y sus reformas universitarias, hasta llegar a ufanarse de sus excelencias académicas, investigaciones y de la función social y culturalque les enaltecía. Nada trascendía en sus gatopardismos, en sus retrógrados contenidos académicos ni de sus investigaciones, lejos del vanguardismo científico, que avanzaba en el mundo, menos de sus conductas represoras hacia alumnos, personal académico y administrativo, que osaran ejercer sus libertades y exigencias de derechos, nos expulsaban con gran facilidad, fortalecidos en su autonomía y con la complicidad de los funcionarios impartidores de justicia,  lo que interiormente les facilitaba el control y esa paz interna que pregonaban ante los gobernantes del régimen de oprobio que vivíamos.
En la década de los ochentas llego la imposición del modelo neoliberal, con sus peroratas de modernidad, de lograr mejorar nuestro desarrollo socioeconómico, disminuyendo desigualdades y las lacras de la pobreza, con el imperio del libre mercado y su globalización mundial, con sus valores de fomento de la libertad individual, subordinando los éxitos al desarrollo económico y patrimonial de las personas y de las sociedades, integrando la competitividadcon sus tesis de calidad, mercantilizando hasta las instituciones de enseñanza, marginando las ciencias filosófico-humanistas de los procesos de enseñanza, en todos los niveles, desde la básica, hasta la de postgrado, atentando letalmente contra la ética y degradando el saber a los usos consumistas, buscando el  adormecimiento de las conciencias críticas y libertarias, enalteciendo el tener, acumular riquezas materiales, el simular ser y la explotación del otro, como el estilo de vida en las personas exitosas.

El neoliberalismo les reforzó su tesis de que sólo los mejores debían ingresar a sus universidades, entonces fue que eliminaron el pase automático, que existía en universidades como la UANL y que había logrado que los estudiantes ingresaran sin el examen de selección a las prepas y facultades; también que encarecer el servicio educativo, cobrando altas colegiaturas, no sólo sería otro obstáculo en sus pretensiones elitistas, sino daría mayor valor a su estatus universitario. La inserción de la búsqueda de la Excelenciaen sus paradigmas de calidad les llevo a las fiebres de las certificaciones para acreditar a las instituciones, sus programas, planes de estudios, procesos administrativos, generando a una nueva clase empresarial, que a través de sus agencias se enriquecerían con los financiamientos públicos que requerían por sus servicios. En ese contexto las funciones sociales de la universidad se integraron al mercantilismo, las practicas, los servicios sociales fueron dirigidas a beneficiar mayormente a las empresas, no sólo la investigación fue dirigida más hacia los intereses empresariales, dejando a un lado los temas prioritarios para nuestra sociedad en la solución de los problemas de salud, ecológicos, alimentarios, educación, sino intensificaron la comercialización de la cultura y la extensión universitaria, orgullosos de convertir la universidad en una empresa, sumergiendo a los estudiantes en sus paradigmas del comercio, con el eje central de la competencias, las direcciones gerenciales, individualizando y silenciando a los académicos e investigadores universitarios, al organizarlos en torno a la ganancia económica diferenciada y la precarización, marginando la experiencia colectiva, excluyendo la participación comunitaria, mandando al carajo la democracia participativa. Ni que decir de la corrupción que se integró estructuralmente en sus fines de control social para mantener la paz en el seno de sus universidades.
Desmantelar el neoliberalismo en nuestras universidades públicas será uno de los mayores desafíos que enfrentaremos en la Cuarta Transformación que pretendemos de nuestro México. En el contexto del desarrollo político, social y democrático del país y nuestro estado, la universidad publica, no debe estar al margen de la transición, alternancia y la lucha por la transparencia y el ataque frontal contra la corrupción, por lo que es necesario que todos impulsemos las acciones que permitan lograr que la universidad pública en México se caracterice por:

1.     Lograr la plena autonomía del gobierno y del poder ejecutivo en turno, ningún funcionario público, debe participar en los procesos internos democráticos y solo los universitarios deberán decidir en la elección de sus autoridades mediante el voto directo, universal y secreto.

2.     Lograr la anhelada Reforma Universitaria, con planes y Programas de estudio que superen sus integradas influencias del neoliberalismo y se actualicen acorde a las necesidades éticas, económicas, sociales, culturales, científicas, tecnológicas y filosófico humanistas.

3.      Ser instituciones donde el ejercicio de las libertades, la democracia, la justicia, la ética y la transparencia sean la base de los cimientos de su funcionamiento académico, científico, cultural y administrativo.

4.     Ser una universidad abierta para todo el pueblo, gratuita, sin cuotas o pagos para su alumnos, sobre todo de las clases sociales más desprotegidas, los hijos de los obreros, empleados y campesinos, que acabe con  mecanismos de selección  y titulación, cuestionables y simulados, que solo han contribuido a la miseria  de nuestra sociedad cerrando las puertas a miles de jóvenes.

5.     Ser una institución con excelencia académica lo cual no solo se logra con más títulos nobiliarios de postgrado de los recursos humanos o los recursos ostentosos e inalcanzables, materiales y económicos, de los modelos neoliberales y sus certificaciones de calidad y/o competitividad, cuando se es libre, la mística de servicio es el detonante más importante de la calidad y productividad en la función pública.

6.     Acabar con los grupos de poder, que en sus diferentes dependencias se han convertido en verdaderos caciques con visiones patrimonialistas, reproduciendo comportamientos antidemocráticos y represivos permanentes en aras de mantener sus prebendas.

7.     Ser una universidad vinculada permanentemente con la sociedad no solo a través del servicio social obligatorio de los alumnos, sino con la participación permanente de todos en la solución de sus problemas sociales, con posturas críticas y propositivas que logren trascender en el desarrollo de nuestra sociedad.

8.     Ser una universidad para la vida donde la formación del alumno, no solo sea capaz y generador de su propio aprendizaje, sino logre y genere la libertad plena para sí y para los demás, dejando atrás conformismos alienantes que solo sirven para obstaculizar el desarrollo social.
Si no se logran estos cambios, nuestras universidades públicas, difícilmente lograran cumplir con su rol fundamental, en su contribución a los más altos niveles de desarrollo social y humano de nuestra sociedad.

lunes, 7 de enero de 2019

AMLO Y LA PRUDENCIA EN LOS LOGROS DE SALUD EN MEXICO

Durante la inauguración de las oficinas del IMSS y la presentación del Plan IMSS 2018-2024 en la ciudad de Morelia Michoacán, el pasado 3 de enero, nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador expreso: “Vamos en seis meses a darle atención especial con el nuevo sistema de salud a ocho estados y cada seis meses se incorporan ocho más, para que en dos años tengamos ya un buen sistema de salud. Un sistema de salud como el que tienen en Canadá, como el que tienen en el Reino Unido, como el que tienen en Dinamarca, de lo mejor, ese es el compromiso. (https://lopezobrador.org.mx/2019/01/03/version-estenografica-de-la-inauguracion-de-las-oficinas-del-imss-en-morelia-michoacan/)

Es una meta que reiteradamente AMLO ha referido en las propuestas generales de salud, presentadas durante la operación del gobierno de transición y que ha estado declarando desde que asumió la presidencia, perseverando además en sus discursos, no sólo durante la campaña electoral, sino desde que fundamos el Movimiento de Regeneración Nacional y consensamos el Proyecto Alternativo de Nación, posterior, referente de la plataforma electoral que MORENA y los partidos de la Alianza “Juntos haremos Historia” presentaron ante el instituto Nacional Electoral en la pasada elección.

Sin duda hemos compartido esa anhelada meta, pero la realidad económica, política y social que vivimos, en esta transición de cambio de régimen, hace difícil que en 2 años tendremos niveles de salud como Dinamarca, Reino Unido y Canadá, países que como México, forman parte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), junto con 34 naciones, donde nuestro país, ocupa el deshonroso 32 lugar en los gastos totales en salud, con un gasto en salud anual per cápita de 1084 dlls, cuando el promedio de los países es de 3484 dlls, contamos además solo con un 1.6 camas por mil habitantes, en tanto el promedio de los países es de 4.8; tenemos la tasa más alta de obesidad y los pagos en medicina privada son dos y media veces mayores que los países miembros de la OCDE; lo anterior sin contar que los países que toma como referente para lograr el nivel de salud son naciones muy ricas, reconocidas como países de alto nivel, no sólo de desarrollo económico sino humano,  cuando se comparan con México.
No sólo hace falta mayor inversión económica del estado en materia de salud, que este año 2019, en el presupuesto de egresos de la federación, no alcanzara ni el 3% del PIB. Mientras no se mejore la situación económica de la mayoría de la población, disminuyendo las brechas de desigualdad económica y las lacras de la pobreza y no logremos mejorar la disposición de los recursos materiales, humanos, técnicos y profesionales del sistema de salud universal, integrados en la atención primaria a la salud que como paradigma nos proponemos desarrollar para que trasciendan las acciones de la medicina preventiva sobre la medicina curativa, no lograremos esa meta anhelada, que sin duda ha sido nuestra lucha por décadas, obstaculizada por las políticas económicas del modelo neoliberal.

AMLO debe ser prudente, mas ante funcionarios de salud y seguridad social, que se han integrado a su gabinete, bregados servilmente con el otrora régimen de oprobio, difíciles de cambiar en sus mentalidades operativas, donde es evidente que están ejerciendo el acriticismo, autoenlteciendose vituperiosamente, lejos de las virtudes éticas que debemos de fomentar en la renovación moral de las instituciones que pretendemos.  

lunes, 31 de diciembre de 2018

FELIZ AÑO 2019, MEXICO


Los mexicanos y mexicanas despedimos el año 2018, con gratitud, por la generosidad de sus tiempos, que nos enaltecieron con los condiciones necesarias para lograr la victoria política electoral, que logró nuestro Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), para que se instaurara en el poder nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, con una mayoría de legisladores diputados y senadores en el Congreso de la Unión, iniciando así el desmantelamiento del régimen de oprobio, que habíamos padecido con sus lacras de corrupción, pobreza, injusticia, desigualdad y las tragedias de la violencia social.

El cambio de régimen de gobierno, histórico, pacífico y sin violencia, nos llevó, para asegurar la victoria, a construir una gran alianza con todas los ciudadanos y ciudadanas que se sumaron a enarbolar nuestro programa político, aceptando hasta organizaciones, partidos políticos y personajes, que en el pasado habían sido beneficiarios y cómplices de los líderes y gobernantes de ese régimen, que ahora juntos con nosotros, se sumaban a combatir. Tuvimos que usar ese mal necesario del pragmatismo político, inmerso en el subdesarrollo de la subcultura, asumiendo los riesgos inherentes a esta estrategia, esperando sanear sus vicios inherentes como el oportunismo, el influyentismo, el clientelismo, el corporativismo y demás conductas transgresoras de los valores y principios que tenemos en MORENA.

La primera acción, fue blindar a nuestro partido, posponiendo nuestra elección interna para la designación de los nuevos dirigentes nacionales, estatales y municipales, hasta el próximo año 2019, además logramos sujetar a revisión los millones de militantes, que durante el periodo electoral solicitaron su afiliación, con sospechas de la falta de integración libre, voluntaria y con conocimiento de nuestros documentos básicos, algunos de ellos motivados por lograr una candidatura en ese proceso, simple y llanamente no tienen la calidad de afiliados y serán objeto de formación política, para que en su caso logren su militancia en nuestro partido.

En tanto con el gobierno de AMLO, Iniciamos desde el periodo de transición lo que denominamos la Cuarta Transformación, con la operatividad política y jurídica de los integrantes del gabinete y del poder legislativo, para reformar las leyes y programas que nos permitan lograr el proyecto alternativo de nación, por el cual desde hace décadas hemos venido luchando, con los cambios administrativos, económicos, políticos, sociales y culturales trascendentales de nuestra patria.

La lucha por la prosperidad, el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo, no solo se reduce al deseo de este fin de año, seguiremos con las acciones en el 2019, para hacerlos realidad, lograremos con la democracia participativa y subsumiendo la ética en la política, acabar con las políticas neoliberales y sus lacras de injusticia, explotación y violencia social que padecemos.

Feliz fin de año 2018 y mantengamos la alegría, la paz y la esperanza, con buena salud y deseos de disfrutar la vida, con el mayor bienestar desde el próximo año 2019.


lunes, 24 de diciembre de 2018

FELIZ NAVIDAD 2018, INICIAMOS EL FIN DEL NEOLIBERALISMO EN MEXICO


Esta navidad del año 2018, debe ser uno de los festejos más inmersos en la felicidad, de las últimas décadas, que ni en el año 1999, del fin del milenio anterior, habíamos experimentado la mayoría de los mexicanos y mexicanos, sobre todo por las crisis económicas recurrentes, que año tras año nos han legado los gobernantes y oligarcas promotores de las políticas neoliberales, con sus lacras de desigualdad, injusticia y empobrecimiento sobre la mayoría de la población.

Son tiempos del cambio revolucionario, no tan radical, como lo habíamos estado enarbolando desde el siglo pasado, en las luchas de las izquierdas de todos los espectros, desde socialistas, comunistas y hasta algunos liberales. Haciendo historia, logramos derrotar contundentemente por la vía  electoral  a los partidos (PRI-PAN-PRD y sus satélites PVEM-PANAL) que detentaban el poder en su régimen de oprobio, con el Movimiento de Regeneración Nacional  (MORENA), que después del 2003 se empezó a gestar en torno al Proyecto Alternativo de Nación, que Andrés Manuel López Obrador propuso antes de la primera elección, del 2006, donde nos robaron la victoria a la presidencia y luego del Fraude electoral que repitieron en el 2012, generando la fortaleza de nuestro movimiento que logramos construir y organizar hasta lograr su registro como partido político nacional en el 2014, refrendando su reconocimiento en las elecciones del 2015, con victorias electorales inéditas que nos catapultaron para lograr la victoria en las pasadas elecciones de este año, con AMLO en la presidencia y la mayoría de diputados y senadores en el poder legislativo del Congreso de la Unión.

Hemos iniciado el fin del neoliberalismo, con el desmantelamiento de las políticas centrales que obstaculizaban y dañaban el bienestar social básico con sus mal llamadas reformas estructurales sobre salud, seguridad social, educación, energéticas, procuración de justicia, administrativas, siguen las fiscales y el resto de sus depredadoras políticas ambientales y económicas, que sin duda, serán las que lograran extinguir el diabólico daño que han generado en nuestra sociedad, desde su existencia, inmerso en la violencia social con sus lacras de asesinatos, desparecidos y delincuencia organizada que padecemos.

Los vividores de ese neoliberalismo corrupto, siguen y seguirán obstaculizando las políticas del cambio que nuestro movimiento enarbola, no lo lograran, en el 2019 se refrendara, luego de que el bienestar, la paz y la seguridad de la gran mayoría de los mexicanos y mexicanas, se vea incrementada con una objetividad perceptiva más de alta de la felicidad, más allá del sentimiento subjetivo que los estrategas del neoliberalismo nos han impuesto, con sus mediciones absurdas, tratando de hacernos sentir, como uno de los países con más altos niveles de felicidad en el mundo.

Disfrutemos esta navidad en paz, con el sabor dulce de la victoria y la estimulante alegría por vivir en este tiempo de cambio histórico, que desde hace más de un siglo anhelaban nuestros antepasados y que hoy nos enaltece, a quienes la vida nos sigue nutriendo para seguir luchando, por que logremos los más altos niveles de desarrollo humano y social en nuestra nación.

lunes, 17 de diciembre de 2018

LA MEDICINA QUE NECESITAMOS EN MEXICO

En México tenemos el Derecho Constitucional a la  Salud que debería lograrse brindando cobertura total a los mexicanos y mexicanas, en la  atención médica y en el acceso a los tratamientos médicos sin condiciones, sin embargo, la realidad es que en los hechos se dificulta hacer efectivo, este derecho por los problemas económicos y políticos que prevalecen en los gobiernos que hemos tenido, en las últimas décadas, sus incapacidades han venido precarizando la calidad de la atención médica en todas las instituciones del sector salud, SSA, el IMSS, el ISSSTE y el SEGURO POPULAR, que enfrentan severas crisis económicas para satisfacer las demandas de los derechohabientes.

Una y otra vez, hemos demandado que para lograr el ejercicio pleno de este derecho fundamental y con ello lograr la modificación del panorama epidemiológico prevaleciente, donde coexisten las paradojas de una gran mortalidad por enfermedades crónicas-degenerativas ( Infartos, Diabetes, Cáncer, etc.) con enfermedades derivadas de la pobreza (Neumonías, Infecciones, Desnutrición, etc..), es necesario que en las políticas públicas sobre la salud, prevalezca la medicina social y las estrategias de la medicina preventiva y la salud pública, sobre los paradigmas de la medicina curativa que han demostrado su ineficacia, altos costos económicos y sociales, además de la inoperancia en las crisis emergentes epidemiológicas emergentes.  

Si reiteradamente se ha señalado que la salud es “el estado completo de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades y que es un derecho fundamental”, uno no entendería las resistencias para el cambio si estas no se explicaran en razón de intereses hegemónicos de grupos políticos cuya concepción conservadora, del ejercicio profesional en las ciencias de la salud ha creado grupos de poder y elitismos absurdos, en defensa de sus intereses patrimoniales obstaculizando el desarrollo institucional y de nuestra sociedad, son los grupos médicos que en el marco de la globalización neoliberal adulan el mercantilismo deshumanizante del modelo de desarrollo económico que nos imponen.

Es absurdo seguir reduciendo el proceso de salud-enfermedad a los aspectos puramente biológicos, esto constituye una  perspectiva  que parte de una visión fragmentada del ser humano y dirige la reparación de daños hacia la atención curativa, más que a la prevención, orienta sus acciones al individualismo y no a las comunidades, provocando las sobreespecializaciones y el ejercicio médico mercantilizado, en perjuicio de los servicios de atención preventiva. Más absurdo es seguir con un sistema nacional de salud, fragmentado, disperso y sin las capacidades resolutivas que requerimos en la solución de los problemas de salud pública que tenemos en México.

Nuestras Instituciones de Salud siguen con 4 problemas principales:

1. El modelo que prevalece para la prestación de los servicios sigue siendo curativo, se desdeña la prevención, con sus estrategias de fomento y protección de la salud, que las ciencias de la salud pública, han enriquecido en las últimas décadas, así se invierte más, en procesos curativos, que más satisfacen los intereses de la industria farmacéutica y proveeduría clínica hospitalaria.

2. Son modelos de atención que no integran la interdisciplinaridad de las ciencias de la salud en sus procesos, resultando percepciones diagnósticas y terapéuticas reduccionistas de las enfermedades, con sus inevitables iatrogenias en los procesos de atención, los más ignominiosos: hacer intervenciones farmacológicas o quirúrgicas innecesarias.

3. Los servicios de las unidades están muy fragmentados, son dispersos, incapaces de lograr el acceso inmediato a cualquiera de las necesidades de atención, en cualquier nivel, sin integrar el modelo de atención primaria en sus unidades (medicina familiar, centros de salud, clínicas, hospitales)

 4. El Estado ha dedicado muy poco dinero para el financiamiento de nuestra salud, menos del 3%, en las últimas décadas.

Hoy como lo venimos haciendo desde hace más de cuarenta años retomamos las propuestas, por las que hemos venido luchando por la implementación de la medicina social como marco ideológico sustantivo de las políticas del sector salud en nuestro país.

1. LA INTEGRACIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD CON LA CONFORMACIÓN DE UN MODELO QUE REÚNA LOS SIGUIENTES ELEMENTOS:
1.1 Que sea accesible a toda la población, de cobertura universal con  condiciones de suficiencia en recursos físicos, humanos, y financieros para todos los mexican@s, capaz de garantizar la atención a la salud con servicios preventivos, curativos y de rehabilitación, ambulatorios y de hospitalización.
1.2  Que garantice el uso honesto, austero, transparente y eficiente de los recursos financieros, humanos y físicos en todos los niveles.
1.3 Que logre la reorganización de los servicios del sector salud, tomando como referencia el primer y segundo nivel de atención, priorizando los servicios médicos preventivos y logrando la colaboración interinstitucional efectiva.
1.4 Que logre articular la medicina tradicional y las complementarias en los procesos de prevención y atención de las enfermedades de las comunidades.
1.5 Que logre la Regionalización operativa del sector salud, con la anhelada descentralización de los servicios a los estados y municipios, articulando la totalidad de los programas existentes, para lograr la cobertura, optimizar recursos, evitar duplicidades y dispendios.
1.6 Que haga realidad la Atención Primaria a la Salud, con un Modelo de Atención Integral, capaz de superar los costosos e ineficaces reduccionismos del proceso de atención a la salud.
1.7 Que reconozca e integre con claridad la acción comunitaria, superando el clientelismo político prevaleciente, donde la participación democrática sea realidad en la  atención, prevención y fomento de su salud integral.
1.8 Donde se ejerza y respete la función rectora de la Secretaría de Salud  en el Sistema Nacional de Salud por todas las instituciones públicas y privadas. 
1.9 Que esté garantizada, por el financiamiento del Estado, se necesita  aumentar la inversión del estado mexicano en salud  mínimamente al 6% el gasto nacional en salud como fracción del PIB.

 2. REFORMAR LOS MODELOS ADMINISTRATIVOS DEL SECTOR SALUD VERTICALES, AUTORITARIOS Y DE TUTELAJE, QUE HAN PREVALECIDO.

2.1  Iniciando con la integración de equipos directivos en todos los niveles institucionales, con perfiles donde prevalezca la honestidad, capacidad, responsabilidad, convicción con los principios y valores, lealtad y sobre todo compromiso con la construcción de una sociedad libre, democrática y justa.
2.2 Desarrollando una Cruzada Nacional contra la Corrupción en todos los niveles de las instituciones del sector salud, que permita acabar con el dispendio, las desviaciones de recursos, la simulación y el trato inadecuado a los usuarios.
2.3  Integrando la participación democrática de las y los trabajadores de la salud en sus instituciones en los procesos administrativos y programáticos inherentes a sus actividades.
2.4 Fortaleciendo la organización de los ciudadanos en las tareas de planeación, supervisión y control de los planes y programas de salud.
2.5 Fomentando la Transparencia, la rendición de cuentas y el libre acceso a la información en todos los niveles institucionales.

3. DESARROLLAR ACCIONES DE PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD, ASÍ COMO LA DETECCIÓN OPORTUNA Y PREVENCIÓN DE LAS ENFERMEDADES, INCREMENTANDO LAS HABILIDADES PARA LA VIDA DE LA POBLACIÓN.

3.1 Lograr integrar el conocimiento y las habilidades básicas para el desarrollo de conductas saludables de la mayoría de la población en la salud mental, la salud sexual y reproductiva, la salud escolar, la salud laboral, la salud  nutricional y la salud ambiental.
3.2 Priorizar Acciones integrales en la prevención y control de los problemas de salud pública más importantes: Obesidad, Diabetes, Depresión, Enfermedades Cardiovasculares, Cáncer Cervico Uterino, de Mama, Pulmonar, Prostático, VIH y ETS, T.B., Dengue, Paludismo, Rabia, Alcoholismo, Adicciones, Violencia, Accidentes de Tránsito.
3.3 Fortalecer  las acciones de promoción, prevención y control de enfermedades prevenibles por vacunación: Influenza, T.B., Poliomielitis, Sarampión, Hepatitis, Difteria, Rubeola, Tétanos, Tosferina, VPH.
3.4 Desarrollar un Programa Nacional de Salud Mental Comunitaria que además de superar los rezagos, en la atención que reciben los enfermos mentales, permita promover y fomentar los comportamientos saludables,  la atención con respeto a la dignidad de las personas que cursan con algún trastorno psiquiátrico y otros problemas de orden psicosociales.
3.5 Fortalecer acciones de prevención y control para adoptar conductas saludables sobre la vida sexual, reproductiva y la salud mental de la población adolescente.
3.6 Promover el envejecimiento activo, saludable, con dignidad y la mejora de la calidad de vida de las personas adultas mayores.

4. REALIZAR UN PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS PARA LA SALUD ACORDES A LAS NECESIDADES DE LA POBLACIÓN

4.1 Implementar la Reforma a la Enseñanza de la Medicina, donde se logre promover y fomentar el ejercicio de la medicina en el contexto general del bienestar y desarrollo humano, de manera tal que el enfoque multidisciplinario permita el abordaje integral, acorde con el modelo de atención primaria que necesitamos de estos recursos.
4.2 Promover la integración de los contenidos de la Atención Primaria a la Salud, en los planes y programas de estudio para la formación de técnicos y profesionales de la salud (enfermería, trabajo social, promotores de salud, nutriólogos, etc.).
4.3 Fortalecer el desarrollo de las especialidades de las Ciencias de la Salud (Medicina, Enfermería, Salud Pública, etc.), acorde a las necesidades prioritarias derivadas del diagnóstico de salud nacional actualizada de nuestro país.   
4.4  Fortalecer la Educación y Capacitación Continua de los y las trabajadores de la salud del sistema nacional de salud.

5. PRIORIZAR LA INVERSIÓN Y PROMOCIÓN DEL ESTADO EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA DEL PROCESO SALUD-ENFERMEDAD, EN SUS DIFERENTES NIVELES BIOCLÍNICO, EPIDEMIOLÓGICO Y SOCIAL.

5.1 Fomentar las tareas de investigación de los científicos del Sistema Nacional de Investigadores, sobre el conocimiento y el desarrollo de propuestas innovadoras que permitan solucionar nuestros problemas de salud.
5.2 Integrar los métodos y técnicas de investigación básica de los procesos de salud-enfermedad, en el curso de la formación de las y los trabajadores de la salud.
5.3 Estimular la participación de las y los trabajadores de la salud en el desarrollo de la investigación científica en el marco de sus funciones laborales.
5.4 Fortalecer y lograr la eficiencia del Sistema de Información Estadística y Epidemiológica de todo el Sector Salud.
6. INICIAR LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL CON SUS PRINCIPIOS BÁSICOS DE INTEGRALIDAD, SOLIDARIDAD, REDISTRIBUCIÓN, PARTICIPACIÓN PERSONAL Y PORTABILIDAD.
6.1 Lograr acabar con la corrupción, el dispendio y la simulación, que las autoridades en turno han promovido y fomentado en el IMSS y el ISSSTE, en detrimento de los servicios para los derechohabientes y los derechos laborales de sus trabajadores.
6.2 Reformar la Seguridad Social existente la cual deberá ser definida a la luz de las nuevas condiciones demográficas, epidemiológicas, médicas, actuariales, sociales, económicas y políticas de nuestro país.
6.3 Unificar las instituciones públicas en los diferentes niveles de gobierno que brindan servicios de Seguridad Social a la población: IMSS, ISSSTE, ISSFAM, ISSTELEON, PEMEX, SEGURO POPULAR, etc.
Sólo así lograremos un Sistema Nacional de Salud que garantice el derecho a la salud de todas y todos los mexicanos, capaz de superar el modelo curativo de atención a la salud que prevalece, con prioridad en la medicina preventiva, fortaleciendo el ejercicio médico ético y humanista, pero sobre todo capaz de solucionar los principales problemas de salud pública que tenemos en México.